La música provoca que revoloteen esas mariposas hasta el momento dormidas. Da nombre, sentido y significado a momentos indescriptibles, a lugares inimaginables, a personas innombrables, a sentimientos prohibidos. La música es magia invisible, y posibilita el regreso del ser cuando este quiere huir del mundo.
Ese nudo que te encadena las cuerdas vocales y te prohíbe hablar, que no permite que las palabras accedan a la boca, que no consigue articular. Ese nudo deshecho a la escucha del primer acorde que hace que expreses en forma de lágrimas aquello que las palabras no supieron decir.
Eso es la música: una forma de expresión, una forma de decir, de pensar, de sentir. Una forma de manifestar, una forma de revelarse, de enfadarse con el mundo, de contar las alegrías, de desencadenar la euforia, de provocar el llanto, de hacer que todos y cada uno de los recovecos de la piel se ericen hasta sentir la mayor catarsis producida por un arte.
Tan difícil sería que las mariposas huyeran del estómago de los enamoradizos, cómo sería expresar el tormento e inmolación sin la "Quinta Sinfonía" de Beethoven, como entrar en un salón vestida de novia sin la "Marcha nupcial" de Mendelssohn, o como hablar de la paz sin mencionar "Imagine" de John Lennon. Como aprender a bailar sin Thriller de Michael Jackson. Qué sería de la historia sin la música de la transición, las canciones protesta, las revoluciones llenas de pentagramas. Cómo contaríamos a nuestros hijos que hemos crecido con los payasos de la tele sin cantarles algunas de sus canciones. Cómo escribir una carta de amor sin tomar como referencia "Nothing else matters" de Metallica. Cómo decir te quiero sin "I just call to say I love you" de Steve Wonder, cómo visitar la gran manzana sin "New York" de Frank Sinatra. Cómo declarar el amor eterno sin " I will always love you" de Whitney Houston. Cómo subirse en el mayor transatlántico de principios del siglo XX sin "my heart will go on" de Celine Dion. Cómo decir a tu princesa que has soñado toda la noche con ella sin la banda sonora de La Vida Es Bella. Cómo vestirse, hablar y pensar sin escuchar las más significativas canciones de la movida madrileña. Cómo haber podido confesar ese gran pecado de la época sin la ayuda de Mecano y su "mujer contra mujer". Cómo pensar que todo va a estar bien, y que hay que dejarlo estar, sin Let It Be de Los Beatles. Qué mejor forma de demostrar la igualdad de razas que la primera aparición de Antonio Machín en la gran pantalla. Cómo saber qué es el reggae sin escuchar voz de Bob Marley. Cómo. Creo que sería imposible.
Cómo poder saber qué es la música sin música.
La teoría musical explica; la música muestra, despierta y empaña el alma.
Gómez Gil, María
Gutiérrez García, María
Madrigal Losa, Gema
Oamil Hilario, Alexis