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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Sábado, 23 de noviembre de 2024

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Los efectos nocivos de las tecnologías en la salud

LOS EFECTOS NOCIVOS DE LAS TECNOLOGÍAS EN LA SALUD


¿Te ha pasado alguna vez que a la hora de irte a dormir no hay manera de conciliar el sueño? ¿Sufres con frecuencia migrañas? o ¿fácilmente te cuesta concentrarte? Si has respondido positivamente a estas preguntas, y como yo, eres de esas personas que antes de ir a dormir lo último que ves es la pantalla del móvil, la televisión, el ordenador, la Tablet... después claro está, de haber pasado varias horas delante de ellas durante el día,  es probable que esta información te interese. ¿Por qué?  Porque la luminosidad de las pantallas, los hábitos adquiridos, el sueño y los problemas de visión, entre otros, están relacionados proporcionalmente como demuestran varios estudios.

 

Las nuevas tecnologías se han convertido en una parte esencial de nuestra vida cotidiana. Ya son pocos los que se imaginan nuestro día a día sin ellos, pero lo cierto es que éstos están repercutiendo de manera negativa en nuestra salud. Por eso, os voy a mostrar los principales problemas de salud a los que nos exponen las nuevas tecnologías:

-          Problemas de visión (Síndrome de la visión del ordenador).

Como afirma la experta Pilar Benítez al mirar durante mucho tiempo una pantalla luminiscente nuestro organismo se ve obligado a aportar a la vista gran cantidad de nutrientes y de sangre para asimilar toda la cantidad de luz e información que llega a través de nuestros ojos. Si lo pensamos detenidamente, en la naturaleza no existe ningún objeto luminiscente al que podamos mirar durante horas (aparte del sol al que podemos observar muy pocos segundos sin dañarnos la vista), por lo tanto, no estamos diseñados para soportar la cantidad de horas de luz a las que nos exponemos.

Esto es debido según el Doctor Riwo Oboh-Weilke, profesor de oftalmología del Hospital Universitario de Gerorgetown (EEUU), a que cuando nos concentramos ante una pantalla, nos olvidamos de parpadear. "Normalmente parpadeamos una 18 veces por minuto aproximadamente. Pero cuando estamos delante de una pantalla lo hacemos con una frecuencia inferior a la mitad". Como consecuencia, la falta de lubricación natural produce sequedad ocular, irritación, visión borrosa, diptología (visión doble), cansancio físico, tensión y dolor muscular, dolores de cabeza, e incluso nerviosismo.

-          Problemas de sueño (Insomnio).

Según un estudio del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona el último contacto consciente que tenemos antes de irnos a dormir suele ser la pantalla del móvil. El 60%  revisa el móvil antes de dormir, una de cada cuatro personas cuando se desvela de madrugada ojea si tiene algún mensaje o llamada, y el 70% es lo primero que mira al despertar. Por ello, así mismo, una de cada cinco personas se considera a sí misma insomne. Estas personas desconocen que se debe a dos motivos. Por un lado, internet y la sucesión de imágenes genera en el cerebro sobreestimulación enviando una señal contraria a lo que éste necesita por la noche. Por otro, la luz que emiten este tipo de pantallas engañan a nuestros biorritmos. Tal y como explica el experto Francesc Segarra, coordinador de la Clínica del Sueño Estivill (Barcelona), "nuestro sistema circandiano organiza el ritmo de sueño y vigilia en función de la luz. Cuando estamos expuestos a luz brillante, no segregamos una sustancia llamada melatonina, que rebaja nuestra temperatura corporal y nos predispone al sueño, así que mantenemos una temperatura corporal alta, propia del día, no de la noche".

-          Problemas de oído (Tinnitus).

Un estudio realizado por el Instituto de Salud Ambiental de la Universidad de Viena (Austria) afirma que el uso del teléfono móvil puede aumentar el riesgo de Tinnitus, un fenómeno perceptivo que consiste en notar golpes o sonidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa. Éstos vieron que las personas que utilizan el móvil durante una media de 10 minutos al día tenían un 71% más de probabilidades de riesgo de sufrir este trastorno auditivo que el resto. Además el estudio descubrió que aquellos que lo usan desde hace 4 o 5 años duplicaban sus probabilidades de afección. Con lo que llegaron a la conclusión de que las radiofrecuencias de alta intensidad que emiten los móviles pueden causar los problemas de audición, ya que los conductos auditivos absorben de forma directa una gran cantidad de las ondas electromagnéticas que éstos emiten.

-          Problemas de equilibrio (Cibermareo).

Este es un efecto secundario del uso de las aplicaciones 3D causado por la desincronización entre movimientos de los ojos y las señales percibidas por el sistema de equilibrio, que el cerebro interpreta como movimiento real, causa náuseas, fatigas visuales, e incluso mareos.

-          Problemas de postura (iPostura).

Sentarse encorvado o con el cuello demasiado flexionado es una postura muy común para muchos usuarios que puede provocar una presión adicional en la columna vertebral, e influye también en la manifestación prematura de enfermedades degenerativas como la artritis juvenil.

Además, el uso frecuente de pantallas táctiles pueden causar dolor y calambres en dedos, muñecas y antebrazos, acarreando a largo plazo inflamación de los tendones.

 

Después de exponeros los riesgos principales de las nuevas tecnologías. Creo necesario contaros algunas recomendaciones que nos pueden ayudar a reducir estos problemas:

- Para reducir el insomnio, alejarnos de la exposición de las pantallas dos horas antes de acostarnos, ya que por cada 15 minutos que estamos ante ellas, se rebaja a la mitad nuestra secreción de melatonina. Con esto conseguiremos evitar desvelarnos, reponer los fluidos gastados y descansar la vista.

- Para evitar los problemas de vista usar lentes con protección ultravioleta, antirreflejante que ayudan a filtrar la intensidad del espectro de luz visible emitido por las pantallas para evitar el deslumbramiento y la fatiga visual. También es recomendable ajustar el contraste y el brillo de los dispositivos para disminuir la luminiscencia, descansar de 5 a 10 minutos por cada 40 de trabajo y fijar la mirada en el horizonte cada 20 minutos durante 20 segundos, así como parpadear para hidratar los ojos.

- Cuidar nuestra alimentación nos ayuda también a recuperarnos del desgaste diario del uso de  en pantallas. Para ello, aumentar la ingesta de frutas rojas, aceites de primera presión, cereales integrales y de las verduras de hoja verde; y reducir los alimentos salados o picantes, el alcohol, el café y los fritos.

 

En conclusión, muchos de los estados enfermizos y desórdenes que sufrimos proviene de los hábitos adquiridos; por ello debemos ser conscientes de los riesgos para prevenir y conservar nuestra salud y bienestar, controlar o intentar reducir la cantidad de horas diarias a las que nos exponemos a las pantallas y el horario al que lo hacemos también. Es decir, saber relacionar los hábitos con cada uno de los problemas que padecemos para mejorar nuestra calidad de vida.

 

Raquel Paladini

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