MINERALES DE POR VIDA
Cristian Rojo López
El Coltán [(Fe,Mn)(Nb,Ta)2O6] se define como una solución sólida1 entre dos minerales: Columbita (óxido de niobio con hierro y magnesio (Fe,Nn)Nb2O6) y Tantalita (óxido de tantalio con hierro y magnesio (Fe,Mn)Ta2O6).
El tantalio recibe su nombre en honor a uno de los hijos de Zeus, y el Niobio en honor a Niobe (hija de Tántalo). Estos nombres tienen una razón, el Niobio se descubrió analizando los restos obtenidos de la producción del Tántalo.
Esta solución sólida es bastante escasa en la naturaleza. Los yacimientos más importantes son de origen primario como las pegmatitas (rocas ígneas asociadas a los granitos alcalinos), asociados con cuarzo, feldespatos, micas, turmalina, microclina, monazita, casiterita, berilo, espodumena y wolframita. También se pueden encontrar en depósitos de alteración y depósitos aluviales, como los de tipo placer, originados por la erosión, transporte y sedimentación de los primarios.
El interés de la explotación del coltán es fundamentalmente poder extraer el tántalo. Es un metal de transición muy resistente a la corrosión, por lo tanto es muy valorado como sustituto del platino. El Niobio es un metal de transición bastante similar al Tántalo, pero más ligero (se localiza en la tabla periódica encima del tántalo).
Estos minerales son fundamentales para el desarrollo de nuevas tecnologías: telefonía móvil, fabricación de ordenadores, videojuegos, armas inteligentes, medicina (implantes), industria aeroespacial, levitación magnética (de reciente actualidad por las últimas noticias sobre el tren de levitación magnética desarrollado por la Japan Railway Company Ferrocarril Central y el Instituto de Investigación Técnica).
El alza de los precios del coltán comenzó hace relativamente poco tiempo, y tiene su origen en el uso del tántalo para la fabricación de microchips de nueva generación, que permitían baterías de larga duración en teléfonos móviles, videojuegos y portátiles.
Los principales productores mundiales son: Australia, Brasil, Canadá, República del Congo, Ruanda y Etiopía. Las reservas base son prácticamente desconocidas. El valor del niobio consumido en 2006 fue de 118 millones de dólares americanos, y el tántalo de 164 millones.
El 17 de Octubre de 2013, en el Periódico El País, salió este titular: «La mayor mina de tantalio de Europa planea abrir en tres años en Galicia». El director financiero y de operaciones de Soild Resources (empresa encargada de la extracción junto con la filial española, Solid Mines, de la compañía canadiense), Richard Glieger, aseguraba en una entrevista al Financial Press, que «La minería a nadie le gusta, pero es necesaria y no hay que hacerlo como lo están haciendo algunos».
Con este titular, y sin saber del tema del coltán, hay varias preguntas que surgen al leer las palabras de Richard Glieger: ¿cómo lo están haciendo algunos?, ¿qué ocurre en otros sitios para pronunciar semejante frase? Contestar a estas cuestiones es lo que se busca en el presente texto.
Hay que recordar primero, cuáles son los principales productores mundiales del coltán: Australia, Brasil, Canadá, República del Congo, Ruanda y Etiopía.
El 80% de las reservas del coltán están en el Congo (según informes de agencias internacionales), pero la venta legal y normalizada de estas reservas congoleñas suponen sólo el 1% del mercado. Dando como resultado que el 99% de las reservas salgan del Congo de manera incontrolada por las mafias de forma bastante oscura. Esta fuga de manera ilegal y opaca ha financiado a distintos bandos de la llamada II Guerra del Congo, un conflicto que ya reporta más de cuatro millones de muertos.
En la mina de Rubaya, miles de personas trabajan a diario, con una parte de extracción a cielo abierto y parte en galerías profundas. De su interior sale mucho dinero (hasta 500 dólares por kilogramo), y destaca que, en Rubaya, no hay Hospitales, ni colegios, ni luz, ni electricidad, entonces... ¿Qué ocurre?
«Mientras las mafias internacionales y los contrabandistas se enriquecen, los mineros congoleños trabajan en condiciones de verdadera esclavitud y vigilados por fuerzas paramilitares. Miles de niños trabajan en las minas y en consecuencia abandonan la escuela y los estudios». Afirma Miguel del Pino.
Un trabajador minero en el Congo cobra de media un dólar por ocho horas de «pico y pala», cuando se paga el kilo de material a 500 dólares; por lo que el dinero que se puede obtener con la venta de este material, abruma. Estos beneficios, provocan que territorios adyacentes quieran controlar estas minas, y todo esto hace que surjan guerras fronterizas.
En el periódico libertad digital, en un artículo publicado el (23 de febrero de 2014 y firmado por Miguel del Pino), afirma: «Algunos países fronterizos con el Congo, que no tienen coltán, hacen figurar este mineral en sus cuentas de beneficios anuales. Se trata de un coltán «apropiado», por decirlo de manera benevolente. Las invasiones pulsantes de las guerrillas financiadas por las mafias explican estas posesiones del recurso que han costado muchas muertes entre la población. Para decirlo con claridad, hay un gran negocio de contrabando de coltán, que implica a Ruanda, Uganda y Burundi».
Por lo que sabiendo todo esto, por lo menos a mí, me surge un conflicto moral, ya que mucho de los teléfonos móviles que utilizamos hoy en día tienen condensadores fabricados con Tántalo; y, como afirma Rodrigo del Prado, fundador y director general adjunto de la marca española de smartphones BQ, en una entrevista concedida al programa En Tierra Hostil de antena3: «En la electrónica, es un sector en que la cadena de suministros es muy larga y es muy difícil llegar a los orígenes. Es uno de los sectores donde más partes intervienen. Al final, lo que tienes que hacer es transmitir esa responsabilidad a tus proveedores. La capacidad de auditar a esos proveedores, de si es cierto o no que el coltán se ha extraído de manera legal y sin derramamiento de sangre, es escasa; nos tenemos que fiar de la buena fe de las compañías».
¿Cómo se puede controlar que el origen del coltán sea legal y que su extracción se hace de manera reglada con las condiciones óptimas para los mineros?
¿Cómo se puede acabar con las mafias que controlan ese material que sale del Congo?
¿Cómo se puede asegurar que el terminal móvil que yo tengo y que está fabricado con tántalo, no proviene de niños mineros que extraen el coltán sin ningún tipo de seguridad y bajo la espada de un paramilitar?
Estas, son algunas de las cientos de preguntas que me surgen, y que por el momento, no he obtenido respuesta.
Me gustaría finalizar con un texto de Leonardo da Vinci, que escribió en uno de sus cuadernos de notas:
«Se verán sobre la tierra seres que siempre están luchando unos contra otros con grandes pérdidas y frecuentes muertes en ambos bandos. Su malicia no tendrá límite. Con su fortaleza corporal derribarán los árboles de las selvas inmensas del mundo. Cuando se sientan hartos de alimentos, su acción de gracias consistirá en repartir muerte, la aflicción, el sufrimiento, el terror y el destierro a toda criatura viviente. Su ilimitado orgullo les llevará a desear encumbrarse hasta el cielo, pero el excesivo peso de sus miembros les mantendrá aquí abajo. Nada de lo que existe sobre la tierra, debajo de ella o en las aguas quedará sin ser perseguido, molestado y estropeado, y lo que existe en un país será traspasado a otro. Sus cuerpos se convertirán en tumbas de todos los seres que ellos mismos han matado».
«Los metales saldrán de oscuras y lóbregas cavernas y pondrán a la raza humana en un estado de gran ansiedad, peligro y confusión. ¡Qué monstruosidad! ¡Cuánto mejor sería para los hombres que los metales volvieran a sus cavernas! Con ellos, las inmensas selvas serán arrasadas de sus árboles y por su causa perderán la vida infinito número de animales».
1. Solución sólida: Es el resultado de las sustituciones de iones o de grupos iónicos, que presentan radio iónico y carga eléctrica parecidos, debido a que la mayoría de los minerales no son sustancias pura y por lo tanto presentan una composición variable.
