PEDAGOGÍA WALDORF: UNA VISIÓN SALUTOGÉNICA
Coral Vargas Osorio
"Nunca ha habido un momento en la humanidad con más información y menos conocimiento." -Rudolf Steiner
Waldorf nace como pedagogía en el año 1919, en Stuttgart, Alemania. Originada en las concepciones de Rudolf Steiner; orientada de manera salutogénica y con intención de perdurar; esta pretende que el ser humano en crecimiento al culminar la infancia continúe manteniendo la facultad de unirse con los objetos y tareas de su época como ser integral. De tal forma, que de la saludable sintonía de sus facultades somáticas, emocionales y cognitiva sea capaz de extraer la fuerza para convertirse individualmente activo y de llevar nuevos impulsos al exterior que le rodea. Para ello han de haberse planteado los fundamentos ya en la temprana infancia, y en ese sentido, el proceso de formación no comienza en la escuela, sino en los primeros años de vida. La formación debe considerarse y configurarse conjuntamente como un proceso continuo, con independencia, que tenga lugar en la familia, en el jardín de infancia o en la escuela. Por esto, el infante es el centro de Waldorf, pretendiendo así formar personas emocionalmente preparadas para vivir en armonía. Es decir una pedagogía orientada a la formación integral, caracterizada por un proceso permanente, activo, independiente y significativo centrada en el niño/a participante, basada en la motivación y no en la obediencia, en la personalización de la educación, en ver a cada niño/a como algo único e irrepetible; un modelo abierto a la naturaleza, a la vida, al movimiento y a los distintos tipos de inteligencias y talentos.
Por muy individual que nos desarrollemos, nuestra evolución no deja de obedecer leyes que el docente necesita palpar para formar un ser entero. Haciendo referencia a la transformación gradual de fuerzas formativas que al principio encuentran su campo de acción en el organismo corporal, para aparecer después, de manera metamorfoseada. La configuración del organismo corporal, es lo que genera el funcionamiento de un despliegue saludable y duradero de las actividades psíquicas y espirituales. El tiempo es un condicional, darle lo suficiente al ser es vital. Las fuerzas que todavía se necesitan para la configuración del organismo corporal las reclamamos prematuramente para ejercer actividades intelectuales, esto puede conllevar un debilitamiento de la capacidad de rendimiento que solo más adelante sale a luz.
Waldorf, se esfuerza en promover la salud por medios pedagógicos, entendiendo por salud no la ausencia de enfermedad, sino, de acuerdo con la investigación salutogénica, la presencia de un potencial creador en las posibilidades de desarrollo corporal, psíquico y espiritual que permiten al ser humano tomar creativamente manos en su propio destino y con ello llegar a ser cada vez más el mismo, un individuo con una signatura singular e irreemplazable. Colaborando así con las fuerzas de iniciativa y compromiso en el acontecer del mundo para convertir en realidad los impulsos del futuro. Un buen desarrollo emocional es la garantía para un buen desarrollo intelectual.
Referencias:
Carlgren, F. (2004): Pedagogía Waldorf. Una educación hacia la libertad. Editorial Rudolf Steiner. Madrid. España.
Prokofieff, S. Clouder, Ch. et al (2013): Primer Septenio. La educación Preescolar según las enseñanzas de Rudolf Steiner. 2da. Edición. -Traducción Jean Berlín-. Editorial Rudolf Steiner S.L. Madrid.