EL BIEN COMÚN

Miguel Ángel Rodríguez Peñas

Estudiante Máster Formación del Profesorado.

Especialidad Economía

Todos y cada uno de nosotros estamos alerta de muchos de los problemas que nuestro planeta y nuestra sociedad enfrentan en la actualidad y enfrentarán en el futuro. Uno de los más escuchados es el archiconocido Cambio Climático, muy de boga después de la Cumbre de París de finales de 2015 y sus acuerdos entre todos los países del mundo. Sin duda, este es el mayor problema que tenemos y tendremos entre manos y quizás donde vayan a desembocar otros males congénitos de nuestra sociedad.

Hablo del individualismo, la competencia sin sentido y el difuso término de éxito que nos ha llevado, bajo mi punto de vista, a una crisis de valores y principios que ha puesto nuestro mundo y nuestro planeta patas arriba.

El alza del individuo frente a los demás, el egoísmo, nos ha llevado a convertirnos en seres insaciables. Buscamos el beneficio propio, ya sea monetario o social, sin reparar en lo que pueda pensar o sentir el resto. Todos hemos conocido estudiantes y recién licenciados que han accedido a puestos de trabajo por salarios irrisorios o inexistentes. Pienso que el fondo de estas decisiones por parte de los empresarios viene de un "aprovechamiento" en beneficio propio. Desde luego no en beneficio del trabajador.

No sólo este aprovechamiento es de beneficio para los empresarios, sino que parece serlo también para los trabajadores. Y digo parece porque la competencia que ha habido por esos puestos es muy grande. La gente de a pie se ha aferrado a estas oportunidades para salir adelante. Otros muchos han optado por irse fuera, como un servidor hizo en su día. Esta competencia nos ha llevado a buscar nuevas fronteras, lo cual considero muy positivo, pero nos ha alejado temporalmente de nuestras familias y amigos, con todo lo que ello conlleva.

Quizás el origen de todo esto sea la concepción del término de éxito que hoy en día tenemos. Asociamos éxito a la capacidad de generar dinero para así poder darnos caprichos, presumir delante de otros, alcanzar cierto status social a través de nuestra ostentosa forma de vida... Aspiramos a vivir mejor que el vecino.

Todo esto no tiene que ser necesariamente negativo. Estoy convencido de que estas aptitudes y actitudes nos han llevado a mejorar en muchas facetas. Pero el modelo parece estar reclamando una reforma cuando no un cambio radical. ¿Y si la solución no estuviera en tratar de tener una mejor vida, sino en que los demás tengan una mejor vida?

Sobre ello versa la Economía del Bien Común. Se trata de una corriente nacida en Austria en 2008 y consolidada en 2010 que tiene como ideólogo a Christian Felber. La Economía del Bien Común es "tendencialmente una forma de sistema de mercado, en el cual las coordenadas de los motivos y objetivos de aspiración de las empresas (privadas) sean cambiadas de afán de lucro y concurrencia por contribución al Bien Común y cooperación."

Es decir, nos habla precisamente de este cambio de dejar de mirar por uno mismo para empezar a mirar por los demás y a partir de esa base construir un mundo donde todos encontremos nuestro sitio a través de valores "humanos".

A través de este espíritu de Bien Común y colaboración se crean sinergias positivas que nos llevan a seguir moviéndonos en este sentido. Es más, la Economía del Bien Común se asienta en valores como la confianza, la responsabilidad, el aprecio, la democracia, la solidaridad y la cooperación.

Sin embargo, nos estaremos preguntando cómo se puede llevar a cabo esta idea y cómo podemos medir que esto se lleva a cabo. Para ello, se creó un Balance del Bien Común 4.0. Además se premian desde el mismo Sistema los comportamientos humanos y sostenibles a través de alicientes y ventajas legales. Se intenta que el afán de las empresas no sea el lucro, sino el impacto positivo en los demás, que es precisamente lo que mide el Balance del Bien Común 4.0.

El ideario de la Economía del Bien Común se puede resumir en estos 20 puntos:

1.Valores básicos de la Economía del Bien Común
2.Cambio de coordenadas para el marco de incentivos
3.Balance del Bien Común
4.Recompensar el aspirar al bien común
5.Utilización de excedentes del balance financiero
6.Liberación de la presión de crecimiento o anexión
7.Cooperación y solidaridad con otras empresas
8.Limitación de las diferencias de ingresos y patrimonios
9.Democratización y copropiedad de grandes empresas
10.Bienes democráticos
11.Banco democrático
12.Cooperación monetaria global
13.Desprivatización de la naturaleza
14.Reducción de la huella ecológica
15.Reducción del horario de trabajo retribuido
16."Año sabático"
17.Desarrollo de la democracia
18.Convenciones democráticas
19.Cinco nuevas asignaturas obligatorias
20.Competencias de gestión social

El Sistema parece estar teniendo aceptación especialmente en los países de habla germana. Se pueden consultar las empresas que se han acogido y son auditadas según la Economía del Bien Común en el siguiente link: https://www.ecogood.org/allgemeine-infos/gwoe-bewegung/unterstuetzerinnen

Para todos aquellos a los que les haya parecido interesante y les genere interés estas nuevas ideas de cambio, solidaridad y sostenibilidad, les recomiendo leer el libro de Christian Felber "La economía del bien común" de la editorial Deusto. Además de ello, podéis visitar la web http://economia-del-bien-comun.org/es . En ella se puede consultar cómo colaborar y cómo se organiza en España el movimiento.

Estoy convencido de que solamente a través de propuestas de este estilo podremos cambiar nuestro mundo y nuestra visión sobre él. Demos un paso adelante e intentémoslo.