La educación pública es el sistema educativo gratuito que constituye el espacio de desarrollo de un proceso de formación integral, cultural, ética y moral de las personas.

Me gustaría iniciar este comentario señalando el proceso de mercantilización que sufre la enseñanza a través de los centros privados y concertados. Paulo Freire, doctor en Historia y Filosofía de la Educación expuso la siguiente idea en relación a la escuela pública y privada "Una privatización en el sentido de quitar al Estado el deber de cumplir sus obligaciones...de crear, de fortalecer la comprensión mercantilista de la educación". Esta privatización de los espacios públicos referida por Freire, está suponiendo una violencia social puesto que produce e incrementa la desigualdad social.

Los centros privados se crean, desarrollan y organizan únicamente a través de las subvenciones que los padres de los alumnos dan, esto les permite tener su propio ideario. En este caso podemos decir que existe desigualdad social puesto que el acceso a estos centros solo es para familias con un nivel económico-social medio/alto, además de que existen criterios de selección del alumnado propios como las capacidades intelectuales, el nivel socio-cultural o las aptitudes.

Por otro lado los centros concertados reciben el 80% de la financiación estatal, además de la financiación por parte de las familias (incluidas en las etapas concertadas), es decir, que cuentan con una doble financiación. En este caso, hablamos de un centro con una gran financiación y un ideario propio aun recibiendo dinero del estado; lo único a lo que le obliga éste es a tener unos criterios de admisión iguales a los de los centros públicos.

También conviene señalar una teoría falsa sobre la profesionalidad de los profesores en relación al centro público, privado o concertado. El profesor de la escuela pública es aquel que ha obtenido su plaza después del estudio de una oposición: prueba objetiva en la que compiten un gran número de aspirantes al puesto, mientras que el acceso a la escuela privada el acceso es totalmente subjetivo o con unos criterios no fijados, no universales, no explícitos y por supuesto independientes para cada centro.

En definitiva mi desacuerdo con la escuela privada/concertada se debe principalmente a que defiende un modelo de educación que genera desigualdades sociales y además las prolonga en el tiempo, puesto que no acoge a todo tipo de alumnado, llevando a cabo así un sesgo de las diferentes clases sociales.