EDITORIAL NOVIEMBRE 2016

Dirección e-innova

Todos perdemos una gran parte de nuestra esperanza oprimidos por el descaro vergonzante de quienes ejercen cualquier tipo de poder en el mundo, la incoherencia de la historia actual - parece mentira que todavía pasen las cosas a las que nos hemos acabado por acostumbrar - y la crueldad patológica de la vida cotidiana. Parece como si demasiado dolor nunca fuera suficiente.

Quienes se benefician del desamparo de millones de seres humanos, de cualquier edad y condición, odian la cultura, el arte, la literatura o la innovación del pensamiento, en cualquiera de sus múltiples orientaciones, porque saben sobradamente que a mayor falta de preparación, mucho mejor para sus intereses desalmados.

La ignorancia mata, el desamparo intelectual permite todo tipo de agresiones contra la libertad y la dignidad. Todo se compra y se ofrece a quienes lo puedan pagar. Nunca habrá una verdadera información veraz, salvo las que se escapan por los resquicios de un sistema aparentemente democrático. Lo que se supone que debería ser la elección de auténticos representantes de las verdaderas necesidades de la gente, se transforma en un circo mediático de marketing, de falsedades y manipulaciones de todo tipo.

Por eso la realidad nos debe empujar siempre a empezar de nuevo. Así lo hacemos quienes componemos este proyecto. No renunciaremos jamás al riesgo del cambio si es para beneficio de la humanidad, la curiosidad por lo que parece más beneficioso o la exploración de lo que puede resultar diferente y mejor.

Aún tenemos mucho que dar y cuanto más demos más nos enriqueceremos. Hoy, más que nunca, hay que aprovechar el gran privilegio de la juventud, la del cuerpo y la del alma, para evolucionar en un mundo difícil.

Un mundo nuevo está por venir.

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