Un Paraíso Fiscal se trata de un territorio o Estado que se caracteriza por aplicar un régimen tributario muy favorable para los ciudadanos y empresas no residentes que tengan su domicilio a efectos legales en ese territorio.
El origen de los paraísos fiscales surgió de una forma lenta y aleatoria hasta encontrarse con sus características actuales.
De esta manera uno de los primeros antecedentes de ello ocurrió en Mónaco en 1968 cuando el rey Carlos III quitó los impuestos para demostrar que no se estaba beneficiando de las recaudaciones. En esta década algunos territorios de EEUU, como Nevada, Wyoming y New Jersey, vieron esta práctica fiscal como una gran fuente de atracción de inversiones extranjeras y por ello comenzaron a llevarla a cabo.
En otros países de la UE como Suiza o Liechtenstein se estableció el denominado "secreto bancario" definido como una ley especial que permite y obliga a los bancos y otras entidades financieras a proteger y mantener en secreto la información de sus clientes ante terceros o incuso ante administraciones tributarias por lo que esta es una gran ventaja que se encontraron las personas e instituciones que realizaban este tipo de prácticas. Por lo tanto puede verse como este hecho de los paraísos fiscales supuso una gran reacción ante la creciente supervisión y control de los Estados en temas de fiscalidad.
Otros muchos autores (Zoromé, 2007; Hudson, 2000; Errico & Musalem, 1999; Palan, 1998; Torres, 1998; Roberts, 1995) también exponen que los paraísos fiscales se crearon en los años 60 y 70 y los principales hechos que los incentivaron fueron los siguientes:
- Las restricciones del tipo de interés y el aumento de la inversión y crédito exteriores en EEUU aplicables a todos los bancos norteamericanos.
- La adopción de mayores impuestos con el fin de contribuir al pago del estado del bienestar en muchos países de la OCDE.
- El aumento de los controles en los intercambios comerciales en casi todos los países de la OCDE para solucionar los crecientes déficits de la balanza de pagos.
- El desarrollo de mercados financieros no regulados, sobre todo en Europa.
- La aparición y desarrollo de los aviones comerciales en los años 1950 y la creación de Internet en la década de 1990 produjo una mayor rapidez en los movimientos del capital.
Se puede observar como desde la desregulación a la tecnología (eliminación de las normas que dirigen y controlan una actividad económica con el fin de aumentar la libre competencia y la regulación de la actividad por el propio mercado) que las economías mundiales más relevantes han ocasionado el nacimiento de los paraísos fiscales.
Para entender bien este artículo sobre los paraísos fiscales es necesario entender su localización geográfica y su distribución por todo el mundo. Para ello la siguiente imagen nos muestra el listado completo de paraísos fiscales en la actualidad repartidos por todo el mundo:
En la actualidad comprobamos como existen más de medio centenar de paraísos fiscales en todo el mundo. La mayoría de ellos se encuentran en islas caribeñas debido a que se encuentran controlados y protegidos por sus" metrópolis" (ciudad más relevante de ese país) ,son países colonizados antiguamente por grandes países como EEUU y el Reino Unido y se tratan de países donde ni los medios de comunicación ni sus habitantes ponen en peligro "secretos fiscales"
En Europa y en Asia también se encuentran algunos de ellos pero estas prácticas están un poco menos extendidas quizá por el hecho de que tengan fuertes instituciones como en el caso de Europa la Unión Europea donde existe un mayor control sobre ello.
Otro aspecto significativo se trata de las altas cantidades de dinero en circulación que se mueven en estos territorios. Un estudio realizado por diversas instituciones públicos estima que una tercera parte de la riqueza mundial se encuentra sumergida en estos países y esto es algo abusivo y sorprendente ya que ese dinero para muchos gobiernos, de no existir los paraísos fiscales, sería fundamental para por ejemplo reducir su deuda pública y financiar todo tipo de infraestructuras (hospitales, autopistas, carreteras...). Por lo que se trata de un alto generador de pobreza para todos los países y esto es algo
sobre lo que deberíamos reflexionar todos e intentar llevar a cabo medidas para acabar con estas situaciones tan beneficiosas para algunos y tan perjudiciales para otros.
Llegados a este punto se va a proceder a analizar y desarrollar algunas de las prácticas más habituales que se realizan en los paraísos fiscales. Para ello vamos a desagregar los términos evasión y elusión fiscal relacionados con el blanqueo de capitales.
La elusión fiscal hace referencia a un tipo de práctica efectuada por las empresas, a través de la cual, se eligen los territorios donde se pagan menos impuestos con el fin de rebajar la cantidad de impuestos a pagar de dicha organización. Esta práctica, dentro de este marco, es legal y pueden utilizarse para ello países considerados paraísos fiscales u otros países que generen una disminución en el pago de impuestos aunque no posean esa consideración.
Por el contrario, la evasión fiscal se trata de una práctica ilegal que consiste en ocultar o no computar los beneficios para evitar pagar impuestos por ellos.
Para llevar a cabo estas 2 prácticas los paraísos fiscales tienen una gran importancia de forma que en muchas ocasiones se crean empresas "ficticias" (con un nombre falso) donde van a parar todos esos capitales y como en esos territorios existen leyes dirigidas a frenar la obtención de información de los registros públicos se protege la identidad de los dueños y accionistas de esas empresas. A parte de todo esto existe el denominado "secreto bancario" que, como ya hemos visto anteriormente, permite la creación y existencia de cuentas bancarias anónimas o de operaciones financieras sin un control determinado, a menos que se den indicios o pistas claras de delitos graves contra el terrorismo o el narcotráfico.
Ligado a la elusión fiscal se encuentra relacionado el blanqueo de capitales entendido este como un sistema mediante el cual las empresas buscan convertir en legal el dinero procedente de actividades ilegales. Para lograr realizar con éxito esta práctica se efectúa un proceso integrado por 3 fases de actuación: colocación, estratificación e integración.
La fase de "colocación" se refiere a meter el dinero en el sistema. Esto puede realizarse con diferentes métodos como pequeños ingresos a lo largo del tiempo a una determinada cuenta, de manera que debido a su baja cantidad nunca sean pillados por los bancos, o el uso de un negocio en el que se circule con mucho dinero y que haga la función de tapadera entendido como un negocio que se dedique a un determinado trabajo pero en realidad por detrás tiene otro negocio turbio para desviar la atención de las autoridades (esto se ha dado en muchas ocasiones en operaciones de narcotráfico).
La segunda fase de "estratificación" o de forma coloquial de "despiste" consiste en efectuar muchas transferencias a cuentas bancarias de paraísos fiscales. Una vez que el dinero ha sido llevado al paraíso fiscal se invierte en muchas empresas para hacer imposible de controlar.
En la última fase llamada de "integración" o también conocida como "incorporación" es cuando los capitales "ilegales" distribuidos por una gran cantidad de sociedades regresan a sus propietarios en forma de inversiones muy valiosas.