DIARIO DE UN ANTIGUO ESTUDIANTE
Miguel Pereda Romero
Como solía hacer el fin de semana anterior a los exámenes finales (pues ese era mi último curso de la carrera, me encontraba estudiando en mi habitación todo aquello que durante el curso no había estudiado.
Verán, vivía en un piso pequeño, asequible para el dinero del que disponía por entonces. Era un piso normal, humilde, un tercer piso por cierto.
Recuerdo que era muy agobiante, demasiado pequeño, las paredes prácticamente eran de papel y eso era una gran desventaja puesto que se oía absolutamente todo, era desesperante.
Recuerdo que mis padres no podían permitirse pagarme un piso mejor, los tenía lejos, solo les visitaba en vacaciones y este sería mi último año aquí (si aprobaba los exámenes que tenía a la semana siguiente).
Precisamente momentos antes de ponerme a estudiar, ese día, aún recuerdo cómo me crucé con ese hombre al subir los escalones...puedo sentirlo aún...
Salía de mi última clase del día, como de costumbre con hambre y me dirigía corriendo a comer algo precocinado que simplemente tenía que calentar. Subí los escalones de dos en dos y finalmente, al llegar al rellano de mi piso me crucé con ese hombre, apenas nos tocamos, creo que no, no lo recuerdo muy bien, ni siquiera le vi la cara, no nos cruzamos la mirada, pero sabía que era él, no podía ser otro.
-Perdone.
Le dije.
Y no recibí respuesta, probablemente tendría prisa, creo recordar que vivía enfrente de mi casa, no estoy seguro, como les digo no recuerdo muy bien lo que pasó, pero sé que pasó ese día.
El hombre con quien me crucé era mi vecino, mi nuevo vecino y solo sabía dos cosas de él, la primera, que se llamaba como yo, y eso lo recuerdo por la carta...pero no adelanto nada, no quiero adelantarles nada aún...la segunda cosa que sabía era que nadie de mi comunidad de vecinos le conocía, de eso estoy completamente seguro, se había mudado hace poco tiempo y nunca antes le había visto, de hecho creo que nunca llegué a verle del todo bien, y tampoco nadie me había hablado antes de él.
Sin darle impotancia, entré en mi casa, o mejor dicho, entré en mi habitación, comí, y me puse a estudiar...no recuerdo cuánto tiempo estudié porque me quedé profundamente dormido, solo recuerdo que al despertar, como solía hacer, me tomé la medicación.
Exactamente no recuerdo hace cuánto pasó todo lo que les estoy contando, y es curioso que les esté contando todo esto cuando debo advertirles de una cosa: tengo problemas para recordar, problemas que desde pequeño han preocupado a mi madre bastante, y en realidad, a mí también. Creo que es una de las razones por las que escribo, tengo mala memoria a largo plazo y como les digo, no recuerdo bien todo lo que pasó aquel fin de semana.
Por el contrario, tengo una memoria a corto plazo excelente, siempre estudiaba dos o tres días antes de mis exámenes y sacaba notas brillantes, aunque luego después de un tiempo se me olvidase todo, creo que el sistema educativo debería revisar su forma de calificar...
Pero voy directamente a lo que ocurrió, como les digo, no recuerdo bien y pasó hace ya mucho tiempo...
Después de levantarme, me tomé dos tazas de café y me puse directamente a seguir estudiando, no había tiempo que perder, pero aún recuerdo que algo no dejaba que me concentrase, de la casa de enfrente se oían ruidos, como de una aspiradora, no lo sé, eran ruidos muy extraños y demasiado fuertes y estridentes como para ponerme a estudiar.
Finalmente opté por ponerme mis cascos y seguir estudiando...
Debí de estudiar hasta tarde, pues desperté con la cabeza metida en un libro de psicología, desayuné y como acostumbraba a hacer, me puse a recoger toda la casa...
Verán, aquí empieza a complicarse la situación, me encontré con una carta debajo de la puerta y eso de por sí ya es extraño, la carta no tenía remitente y eso empezaba a asustar, pero el verdadero susto comenzó cuando empecé a leerla...
La carta decía lo siguiente:
"Se todo lo que ocurrió anoche"
Obviamente me quedé paralizado, alguien había tirado esa carta y en el reverso de la misma aparecía mi nombre. No podía ser... ¿quién me la había mandado?... ¿por qué ponía mi nombre?... ¿qué ocurrió?... ¿qué noche?...
Eran demasiadas preguntas...
Pasado un rato comencé a tranquilizarme, sería una broma pesada de algún compañero de clase, todo estaba bien, por fin comenzaba a respirar, cuando de repente escuché de nuevo ese sonido, como el de una aspiradora, esta vez lo sentí, el sonido venía de la casa de enfrente...
Creo que fue por el shock, pero me volví a dormir.
Cuando desperté tomé otra de mis pastillas, era ya de noche y no había estudiado nada, así que intenté relajarme y me puse a estudiar.
Creo que pasaron dos minutos cuando escuché abrirse la puerta de enfrente, creo que estaba enfrente, no lo recuerdo muy bien, solo recuerdo que me dispuse a seguir a mi nuevo vecino, aquel que para mí, por entonces, era sospechoso de algo serio, y no sabía aún de qué.
Era de noche y estaba muy oscuro, no pude ver más que a un hombre saliendo del portal y dirigiéndose a los cubos de basura que había en la esquina de mi calle.
Le observé, recuerdo que le observé y aun así no pude verle la cara, pasados unos segundos subió de nuevo a su casa y verán, ahora creo que debería haber llamado a la policía, o mirar las bolsas de la basura, simplemente hacer algo, pero en vez de eso me di cuenta de lo ridículo que sonaba todo aquello, así que al final subí a mi casa y tiré la basura yo también.
Me pasé toda la semana siguiente haciendo exámenes, y cuando por fin acabé mi último examen, pasó lo que tenía que pasar...
Un compañero de mi clase estaba repartiendo panfletos, así que como solía hacer cuando veía cómo todo el mundo miraba fijamente un papel que estaban repartiendo, cogí uno.
Verán, el papel era una cuartilla en la cual destacaba una foto de una compañera mía de clase, puedo recordar aún su rostro...
Encima de la foto y en letras grandes se podía leer:"Desaparecida".
Se lo que muchos pensarán que debería o no debería haber hecho con todo lo que sabía, lo sé, también sé que actué como un cobarde al hacer las maletas e irme ese mismo día con mis padres, lejos, muy lejos de allí. También se lo que estarán pensando al leer todo esto...
Ha pasado mucho tiempo y no volví a saber nada de mi compañera, ni de mi vecino, ni de lo sucedido con todo aquel asunto ni de nada, simplemente quería olvidar.
Creo que mi enfermedad con el paso del tiempo cada vez está yendo a más y no lo puedo controlar, ahora tengo períodos de mi vida en los que tengo lagunas, por eso, últimamente escribo todo lo que hago.
Verán, no se desde hace cuánto que me dedico a viajar a los sitios en los que he estado, con mi trabajo llegué a viajar mucho, hoy me encuentro justo enfrente del portal en el que solía vivir, en el que pasé cuatro años estudiando ahí, puedo ver mi ventana desde aquí donde estoy escribiendo todo, hace un rato he decidido entrar, supongo que ahora vivirá otro estudiante en mi antiguo piso, aun así no he podido resistirme a entrar a ver todo, es curioso como todo sigue igual, al menos todo lo que recordaba, sin embargo hay algo que quiero comentarles, algo que me ha llamado bastante la atención.
Verán, cuando he subido por las escaleras por las que solía subir y he llegado a la puerta donde solía vivir, en el tercer piso, me he dado cuenta de que no había ninguna puerta enfrente de la mía, es más, en ese piso solo estaba mi antigua casa, es algo que me ha llamado la atención, recordaba todo diferente, pero como les digo, no recuerdo nada muy bien...