Ahora parece que todo es coaching, para ayudar a sacar adelante un proyecto de vida, un diseño decorativo, un equipo deportivo que no funciona bien, para superar un fracaso académico, rescatar una empresa o un restaurante que se hunde.
Basta con poner en inglés, a expensas del empobrecimiento sistemático del español, algo que ha existido siempre, pero sin etiqueta de venta, para que su significado y trascendencia ocupen uno de los primeros puestos de la atención social y laboral. Decir que eres un "consejero" o "consejera" en una determinada especialidad o destreza queda pobre y, además, según nuestra idiosincrasia psicológica somos personas bastante reacias a los consejos.
El coaching actual, no obstante, ha adquirido una dimensión global y cuenta con diferentes escuelas y corrientes tanto en Europa como en Norteamérica. También con destacadas asociaciones como la International Coach Federation o el European Mentoring and Coaching Council que reparten sus correspondientes diplomas y acreditaciones para certificar formación y experiencia en la labor. También han surgido ya las primeras revistas especializadas en el tema, tales como la International Coaching Psychology Review o The Coaching Psychologist. E-Innova trabaja ya en un congreso sobre este tema para el 2013, que podría ser la antesala de una nueva titulación de postgrado para la formación académica superior de "coaches".
¿Qué es, en realidad, el coaching?
Como vosotras/os lectoras/es de nuestra revista tenéis idea de lo que es esto, pero tal vez en algunos casos una vaga idea, vamos a tratar de explicar con cierto detalle en qué consiste esta nueva visión de la orientación psicológica y profesional, realizada por diferentes especialistas, para ayudar a la gente a salir adelante con sus vidas, ilusiones, proyectos o negocios, potenciando un vínculo productivo positivo entre lo cognitivo, lo emocional y lo conductual.
Conciencia, sentimiento y acción serán las herramientas psicológicas personales de un desarrollo competencial específico para iniciar el camino del éxito.
Tú serás nuestro modelo de referencia.
Si tú, querida lectora, o lector, de e-innova necesitas de alguien que te guíe, por el buen camino, en algo concreto, eres una "coachee" (cliente) y precisas de un experto o "coaches", según la nueva terminología neologista.
¿Cómo actuará tu coaches?
Pues bien, tu "coaches" utilizará recursos propios de la Psicología cognitiva, emocional, conductual y psicodinámica para centrarse, desde el punto de vista de una psicología positiva, en el problema que te tiene atascada/o y procederá a su resolución. Te dará las claves psicológicas necesarias para que comprendas por qué no puedes superar una situación decisiva para tu vida o tu trabajo o para que sepas controlar el estrés que te hace perder el control de tu ambiente y te bloquea. Te pondrá en el camino adecuado para salir adelante, no dudará en provocar en ti emociones duras para hacerte ver cuáles son tus errores, tus contradicciones y tus cerrazones. Podrá incluso, en principio, mostrarse desagradable para que reacciones, pero cuando te encuentres peor te ofrecerá su parte amable y la calidez de sus consejos.
La metodología que te conducirá al éxito.
Tu "rescatador/a" utilizara una metodología basada en preguntas respecto a tus expectativas y tu situación vital y profesional actual, en relación a por qué crees tú que no puedes salir de la miseria en la que te hundes cada vez más. Todo esto parte de la premisa de que las respuestas están en el propio cliente. Se trata de que llegues a ser capaz de conocerte mejor, de elevar inteligentemente tu autoestima, de que adquieras competencias para gestionar mejor tus objetivos.
De hecho, en este punto, hay que utilizar un método inventado hace siglos por los Diálogos de Platón: el método de la mayéutica, que consiste en "dar a luz las ideas" que te hacen ver, a través de preguntas bien orientadas, lo que no habías entendido de las circunstancias que te rodean y que en algunos casos impiden el logro de tus expectativas.
El objetivo es la obtención final del éxito, que se ha de adquirir, visualizándolo previamente y sin temor, como una auténtica vivencia psicológica.
Claro que hay más, pero el resto lo dejaremos para otra ocasión.