Doy un paso, él lo sabe. Pestañeo, él lo sabe. Me tiene controlada, y yo lo sé; pero tengo miedo por eso no opongo resistencia, sería peor. Opino algo, él me pega. ¿Qué hago? Solo pienso en poder salir de este infierno y poner a mis hijos a salvo. Consigo dar el paso y denuncio. Por suerte, le detienen, pero la mala soy yo: "siempre ha sido muy contestona", "Algo habrá hecho para que él la pegara", y así otras muchas más cosas que dicen. Él es detenido, pero yo estoy en el punto de mira de todos, sigo estando controlada.