E-innova quiere, ese ha sido su deseo desde el principio, llamar la atención sobre todo tipo de cuestiones que signifiquen situarse en la vanguardia del arte, del pensamiento, de la cultura, de la educación y de la ciencia.

Es curioso como la literatura, el cine y las leyendas, que han acompañado siempre a la humanidad, han tratado, desde la fantasía, el deseo o la imaginación, temas sorprendentes. Cómo la psicología humana ha imaginado deseos apetecibles que, al menos en el mundo de la fantasía, podrían hacerse realidad. La fantasía ha sido uno de los más importantes motores del pensamiento científico.

Por eso el arte y la literatura, el folklore popular y la mitología, tienen tanto que ver con la ciencia más avanzada.

La creencia en las capas o cascos para hacerse invisibles nos lleva a las historias de la mitología griega. Hades, el dios del mundo subterráneo, poseía un "casco de la oscuridad", que volvía invisible a quien se lo colocara. (Hades - ᾍδης Hadēs - significa "el no visto" en griego clásico). Una protección similar fue usada por Perseo cuando fue a matar a la Gorgona.

En la edad media se hicieron muy populares las capas de invisibilidad. Aparece por primera vez en el famoso poema épico, del S.XII, el Cantar de los nibelungos (Nibelungenlied) en el que se transmite la gesta de Sigfrido - cazador de dragones de la corte de los burgundios - quien valiéndose de ciertos artificios, entre ellos la capa de la invisibilidad, consigue la mano de la princesa Krimilda. Los Hermanos Grimm utilizaron también este recurso mágico como material propio de sus cuentos para niños.

Se trataría incluso de una supuesta realidad que no podían tener otra explicación - según algunos - que la de pertenecer a conocimientos y tecnologías científicas propias de visitantes extraterrestres que informaron a los seres humanos de hace cientos de años.

Aquí no confiamos demasiado en la posibilidad de esas cosas, pero lo que sí es cierto es que la capa que te hace invisible es una leyenda antigua que pertenece a folklore popular desde tiempos inmemorables.

Una nueva realidad legendaria que, como tantas otras, se haría ahora posible con el desarrollo tecnológico-científico de los meta-materiales de nueva generación.

Se está experimentando, en principio, con la posibilidad de hacer factible una especie de cilindro invisible para el campo magnético; un artilugio que convierte en indetectable todo lo que se oculte en su interior ya que la luz tiene un carácter ondulatorio electromagnético.

Y lo importantes es que ya se ha conseguido crear un campo electromagnético similar al que se genera con los imanes utilizados en turbinas y motores eléctricos.

Hasta ahora los trabajos avanzados en este campo, aunque teóricamente impecables y al necesitar materiales inexistentes, no habían conseguido más que una invisibilidad parcial.

En esta línea discurre la investigación experimental del español Álvaro Sánchez - del departamento de Física de la UAB- que juntamente con sus colegas y colaboradores, han diseñado un pequeño modelo físico experimental que consiste en un cilindro con dos capas concéntricas: la interior construida con un material superconductor capaz de repeler los campos magnéticos y la exterior, elaborada con un material ferro-magnético que los atrae.

Conseguir la capa de invisibilidad total ante la luz no se ha logrado todavía. Sólo mediante hipótesis anticipadas. Sería necesario disponer de meta-materiales de nueva generación con propiedades electromagnéticas muy especiales. Pero ya se está avanzando en su desarrollo. Un desarrollo que, como es natural y dada sus inmediatas aplicaciones materiales, permanece en el más absoluto de los secretos.

La capa, "que todo lo tapa", sería capaz de ocultar lo que se albergue en su interior a los ojos de cualquier observador. Pero la invisibilidad, que es el resultado de un fenómeno óptico, de "camuflaje", no implica impenetrabilidad, si vas a cruzar un paso de peatones con "la capa" te puede atropellar un coche.