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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Sábado, 20 de abril de 2024

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Límites y afecto: cómo educar con éxito

Una de las primeras cosas a tener en cuenta a la hora de educar a nuestros hijos/as en una sociedad como la actual es la del principio de asertividad (saber decir NO, saber que hay límites y que éstos son imprescindibles). Podríamos decir que la "fórmula mágica" al educar es la de "límites+afecto".

 

Por esto es muy importe tener en claros cuáles son los derechos y deberes, tanto de padres como de hijos, así como de profesores y alumnos. No nos tiene que dar miedo poner una serie de normas, esto no quita la libertad sino que regula la convivencia y fomenta una buena educación futura. Pero cuidado, límites adecuados y necesarios, nunca excesivos, desmedidos o no reconocidos por los niños/as.

Llevarnos, en mayor o menor medida, a ciertos aspectos de delincuencia juvenil. Muchas veces una situación familiar mala o la falta total de límites para un niño o adolescente les lleva a delinquir o a mantener una conducta poco adecuada o con prácticas de riesgo (como puedan ser el consumo de sustancias ilegales, por ejemplo). No siempre es así; hay veces que ocurre lo contrario. Este sería el caso de la resiliencia, pero no en todo el mundo se da.

Una alta motivación, unas relaciones familiares estables, un elevado autoconcepto y unos fines claros (metas a medio y largo plazo) protegen a los niños de todo tipo de fracasos: escolares, vitales... Cuando tanto padres como profesores motivan a sus alumnos, se eleva su autoconcepto ("les da confianza"). Por ello, es imprescindible no minar su autoconcepto con comentarios o "gracias" desafortunadas. También es muy importante no reír a los niños/as las palabrotas y los malos comportamientos.

Recogiendo las palabras de un juez de menores muy afortunado, el juez Emilio Calatayud, lo mejor que uno puede hacer para educar bien a los niños/as es recogerles las cosas; reírles las gracias y palabrotas; darles todo lo que pidan (dejándoles hacer todo lo que quieran); nunca regañándoles aunque hayan hecho las cosas mal... todo esto es irónico, claro.

Un aspecto muy importante a este respecto también es no ver los derechos como algo positivo y los deberes como algo negativo; los niños/as tampoco han de verlo así.

A modo de conclusión, destacar varias ideas: la importancia de un buen equilibrio entre límites y afecto, entre derechos y deberes...; la relación entre los problemas familiares y/o el fracaso escolar con acabar delinquiendo o teniendo problemas sociales;  y, por último, el hecho de que los límites no coartan la libertad, simplemente regulan la convivencia, para que así no impere la ley del más fuerte.

Tengamos cuidado en no pasar de tener padres muy rígidos a padres totalmente liberales; los extremos nunca son buenos.

Muy relacionados con este artículo son los videos del juez Emilio Calatayud, al que ya hemos hecho referencia, "Cómo formar delincuentes" y "Sobre la importancia de la familia en la educación".

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