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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Sábado, 9 de noviembre de 2024

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Estrés y Accidente Cerebrovascular

El estrés (del anglosajón estress que significa "tensión"), los trastornos debidos a la ansiedad y la intensa preocupación generada por la inestabilidad económico-social actual, aumenta considerablemente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, tal y como se ha demostrado recientemente mediante un estudio de la University College London, publicado en la revista científica Canadian Medical Association Journal.

 

Para la evaluación de la tensión psicológica fue utilizado el Cuestionario de Salud General (GHQ-12)

Efectivamente se trata de una intensa reacción fisiológica de nuestro organismo, que como mecanismo de defensa, aumenta su estado de alerta para afrontar una circunstancia que se percibe como peligrosa y amenazante.

El estrés en sí mismo no es pues una patología, ya que se trata de una respuesta natural. Lo que sucede es que cuando la tensión aumenta las propias defensas pueden llegar a poner en riesgo nuestro organismo, causando un estado de salud en el que el exceso de nerviosismo y las graves alteraciones del ánimo, nos ponen en una seria situación de riesgo.

El estrés - y su desorganización psicobiológica -, cuando se manifiesta ya como síndrome general adaptativo, influye también en la capacidad de aprendizaje, provocando trastornos en el campo cognitivo, en la organización psicomotriz y en la esfera afectiva

Afecta particularmente a la memoria, se hace difícil la atención y la concentración necesaria para el estudio. Cada vez son más numerosos los estudios que corroboran el papel que juega el estrés en el proceso de aprendizaje, en la pérdida de confianza en uno mismo y en la toma equivocada de decisiones.

¡Sed prudentes, no tomad decisiones precipitadas en ese estado!

El agotamiento psicológico, el cansancio físico o los trastornos en la esfera del sueño y en la oro-alimenticia (problema en la nutrición) son otras manifestaciones sintomáticas de este estado. En las mujeres puede incluso provocar, entre otros, cambios hormonales patentes en la hinchazón de las mamas y dolores en los abdominales inferiores.

El efecto del estrés agudo en el organismo es devastador. Se libera adrenalina y noradrenalina y el Sistema Nervioso Simpático actúa produciendo taquicardia, taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria por encima de lo normal), vasoconstricción periférica y ralentización de la motricidad intestinal.

No a muy largo plazo acaban desgastándose las reservas del organismo para hacer frente a la situación, y se expone a la inmunodeficiencia y a la trombosis.

Se sabe ya que una exposición aguda al estrés es capaz de destruir conexiones entre neuronas e incluso producir cambios en la anatomía cerebral, disminuyéndose - por ejemplo - el tamaño del área cerebral de la memoria. Tal como se ha podido demostrar en experimentos de laboratorio con ratas.

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