La implantación de la dictadura franquista en España en el año 1939 supuso un gran retroceso en todos los avances que habían tenido lugar desde comienzos del siglo veinte, en el plano político, científico, cultural, y también en el social. Una exposición en el Ateneo de Madrid desarrolla, precisamente, uno de los aspectos sociales afectados por la dictadura: el de la identidad de la mujer.
"Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad (1930-1980)" es el título de la exposición, organizada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED, que se presenta en el Ateneo desde el 11 de enero hasta el 10 de febrero. Se trata de un recorrido para el visitante que abarca desde finales de la década de los veinte hasta los años en torno a 1980, siempre desde el punto de vista de la mujer española. La exposición cuenta con muestras fotográficas y audiovisuales, con libros, panfletos, carteles de cine, trajes, objetos de cada época; que en conjunto ayudan a recrear distintos momentos de la historia de España en el colectivo femenino.
El recorrido comienza a finales de los veinte, durante la dictadura de Primo de Rivera, con el surgimiento de lo que se denominaron "las modernas". Eran mujeres que dejaron atrás el modelo clásico femenino de ama de casa y perfecta madre, para irrumpir en ámbitos que tradicionalmente se habían considerado exclusivamente masculinos. En España, Madrid, convertida en una ciudad cosmopolita, fue la cuna de esta nueva imagen revolucionaria: mujeres que vestían pantalones, que fumaban, que conducían vehículos. Los cigarrillos largos, los vestidos anchos y el corte de pelo a lo garçon fueron algunos de los ejemplos más destacados de una nueva libertad femenina que escandalizó a medio mundo.
El advenimiento de la Segunda República española en 1931 consolidó este movimiento femenino, logrando que alcanzaran derechos y libertades reales, como el sufragio universal, mayor presencia en las universidades, acceso a trabajos remunerados que las conducirían a una emancipación económica... Con el estallido de la Guerra Civil en 1936, las mujeres lucharon en el bando republicano, y la figura de la miliciana se convirtió en un símbolo de la movilización del pueblo contra el fascismo.
En 1939, la dictadura franquista segó de un hachazo todos los avances anteriores. Las mujeres que habían luchado activamente de parte de la República fueron asesinadas o encarceladas, al igual que las consideradas bajo sospecha de ser "individuas de dudosa moral". Estas podían ser cualquiera que se alejara levemente de la norma: unos principios de castidad, pureza y sumisión muy vinculados a la Iglesia. De esta forma, delito y pecado estuvieron unidos en el caso de las mujeres. En la exposición, el visitante puede contemplar espeluznantes ejemplos de estudios de la época sobre la perversión moral y la naturalización de la sumisión femenina.
Así, la dictadura franquista creó una distinción entre las mujeres honradas o "decentes" y las "indecentes". En este sentido, jugó un papel esencial la Sección Femenina de Falange, dirigida por Pilar Primo de Rivera, que se encargó de adoctrinar a las mujeres españolas desde su infancia, concienciándolas de su rol de subordinación al varón; instruyéndolas en actividades domésticas, consideradas "femeninas". En la exposición se muestran manuales sobre cómo ser una buena madre, novelas rosas, carnets de la Sección Femenina, diarios de mujeres, muñecas y diversos objetos que nos permiten acercarnos a la asfixiante realidad de aquella época.
Dentro de la jaula de la dictadura fue surgiendo, sin embargo, un estrecho canal de pensamiento liberado femenino que se fue ensanchando a medida que se acercaba a la década de los setenta, hasta explotar en fuertes corrientes de reivindicación del colectivo que defendieron ideas novedosas y revolucionarias con respecto a la sexualidad, a la emancipación económica y a la implicación política. Numerosas revistas, libros y fotografías -escandalosas en aquella época- muestran al visitante la progresiva liberación femenina: las reivindicaciones de lesbianas, transexuales, prostitutas... El cine, la moda, la literatura y la música también participaron de esta nueva libertad. Fueron los años del "destape", que culminaron con el fin del franquismo en 1975.
Y como en aquellos versos de Alejandra Pizarnik, "La jaula se ha vuelto pájaro / y se ha volado". La libertad de la mujer es hoy una realidad en España, aunque todavía sean necesarios muchos avances para lograr una efectiva igualdad entre hombres y mujeres. Lo que está claro es que para llegar a la situación actual ha resultado fundamental la lucha y el sufrimiento de tantas de aquellas mujeres de décadas anteriores, cuyas voces parecen volver a escucharse a través de los años en el homenaje que les dedica hoy el Ateneo de Madrid.