Junto a una nueva lectora mágica de E-innova, nos sentamos un rato para descansar de nuestro viaje y, como se hace siempre a fin de año, volver la vista al comienzo de la aventura y sentir lo que hemos dicho y hecho.

Han sido, cuatro números, durante el 2010, de la revista, a través de los cuales hemos comenzado a experimentar las posibilidades que un medio de comunicación de carácter educativo, científico y cultural puede desarrollar bajo el denominador común de la modernidad, de la innovación, de la libertad y de la calidad, al amparo de una importante institución: la Universidad Complutense de Madrid.

Un proyecto hecho realidad que nunca hubiera sido posible sin la decidida colaboración de los trabajadores de los recursos informáticos de la Biblioteca de nuestra Universidad y sin el esfuerzo ímprobo del subdirector de la revista, Mariano Ángel Zamora Santa Brígida (Nano Zamora), quien ha dedicado muchas horas, mucha paciencia y muchos desvelos nocturnos de su juventud universitaria para que esta idea salga adelante. Tampoco quiero olvidar en éste agradecimiento al resto de las y de los responsables de las secciones.

Nos queda un largo camino de perfección, de explorar nuevas posibilidades de comunicación y contacto y de ser capaces, desde el ciberespacio, de mover voluntades educativas en el mundo real para promover iniciativas necesarias que impulsen el conocimiento y la creatividad.

Queremos ofrecer ideas, recursos y materiales educativos para todos los niveles, contactar con el máximo número de lectoras y de lectores y organizar una gran red social independiente y libre en torno a la ciencia, la educación y la cultura, que influya para una mejor enseñanza en el mundo, para dar un mayor impulso a la creatividad en todas sus formas y manifestaciones.

Y para insistir en una mayor presencia del saber en todo el universo multimedia. Mayor representación en los medios de comunicación, especialmente en una televisión de decenas de canales pero sometida al denominador común de la simpleza, de la apoteosis de la vulgaridad y de la falta de ideas; salvo maravillosas excepciones claro está, casi todas ellas de pago, y, naturalmente, la "2 de T.V.E".

¿Cuándo, por ejemplo, se dedicará más tiempo diario, en los informativos centrales de las grandes cadenas, al teatro, o a la literatura, o al arte o a los avances científicos? ¿Cuándo sus protagonistas, a fuerza de insistir en su presencia cotidiana, llegarán a convertirse en modelos de imitación, como lo son otros, para los colegiales y adolescentes?

Hay que hacer una gran red social para salvar parajes enfermos de la naturaleza, para erradicar la violencia y el maltrato a partir de la educación temprana, para trabajar por la igualdad, para rescatar el arte que se derrumba, para contribuir con la ciencia a la mejora de la supervivencia y de la calidad de vida, de todos sin excepción, para dar la oportunidad a quienes tienen mucho que ofrecer, mostrar y decir, desde la más absoluta tolerancia y desde la más comprometida solidaridad. Este es mi deseo personal para el próximo año y para los años siguientes.

Para todo ello, y a lo largo del 2011, ¡cómo pasa el tiempo! queremos ir haciendo más amigos en todos los lugares, por pequeños que éstos sean. Os esperamos.