Algunos expertos recomiendan a las futuras mamás que les hablen a los futuros bebés a pesar de que no comprendan lo que se les dice. Lo mismo ocurre con la música; ésta se puede convertir en un sonido familiar que actuará como referencia tranquilizadora.

El efecto Mozart es como se denomina a la influencia que puede ejercer la música del compositor con este nombre en el comportamiento de los bebés. Se trata de una influencia muy positiva que logra mejorar el desarrollo creativo e intelectual de los niños.

Son varios los estudios que muestran dicha influencia dentro del vientre materno. Se cree incluso que la música escuchada durante el periodo de gestación es recordada tras su nacimiento y al menos durante el primer año, las melodías son asociadas a los periodos de paz que disfrutaban dentro del útero de la madre y logran tranquilizarlos cuando están nerviosos.

Las obras están elegidas cuidadosamente teniendo en cuenta la tonalidad, los tempos de cada obra, la textura musical... El resultado es una experiencia educadora y enriquecedora para cada etapa infantil.

Don Campbell, músico y profesor, ha investigado durante varios años los efectos que produce la música en los seres humanos, llegando a la conclusión de que determinados tipos música y especialmente las obras que compuso Mozart, contribuyen al crecimiento fetal, al desarrollo del bebé y a mejorar su creatividad y capacidad física e intelectual. Entre algunos de los títulos que nos ofrece el efecto Mozart se encuentra La música para el embarazo, La música para recién nacidos, La música para bebés, para jugar y para irse a dormir o La música para niños, relájate, imagina y dibuja. Son CD's de 40 a 50 minutos de duración que se pueden encontrar en cualquier tienda especializada.

A partir de la semana 24 de gestación aproximadamente el oído del feto es capaz de reaccionar ante estímulos sonoros, es justo entonces cuando la madre debe comenzar a llevar a cabo este precioso proceso, brindándoles a ellas un momento de disfrute y enriquecimiento musical.