"Cinema Paradiso" es una extraordinaria película, una obra de arte de las que no se pueden dejar de ver, dirigida en 1988 por Giuseppe Tornatore y con música de Ennio Morricone, tiene como eje central de su argumento el descubrimiento emocional e inteligente del cine por un niño, Totó, de Edad Escolar. Es también un homenaje al cine clásico en blanco y negro.
En la etapa escolar nos encontramos, desde el punto de vista de la Teoría de la Epistemología Genética Multimedia, que yo he desarrollado, en la "Fase de influencia procesual perceptivo cognitiva"
Es en esta fase en la que se desarrolla con fuerza la "inteligencia digital, fílmica o multimedia" (de 6 a 11 años)
Los escolares manifiestan una gran capacidad de asimilación, consciente y reflexiva de contenidos audiovisuales, una "Inteligencia Fílmica cognitivo procesual" que va a formar parte esencial, hoy día, de la construcción escolar de la inteligencia.
Durante los primeros años de la escolaridad primaria, las funciones intelectivas superiores, como el conocimiento reflexivo, adquieren un especial significado.
El escolar puede ya procesar y reflexionar, si diseñamos modelos educativos para ello, sobre lo que ve en cuanto que espectador inteligente plenamente consciente.
La enseñanza de la estructura de la información multimedia, de sus criterios lógicos y de sus procesos comunicativos y estéticos, debería de establecerse ya como un objetivo primordial de aprendizaje en el colegio.
Por otra parte la atención y la curiosidad, que antes eran involuntarias, dan un giro revolucionario y se transforman en voluntarias, constituyéndose así en el motor mismo del pensamiento del niño y en el gran elemento psicológico de atracción audiovisual.
Por otra parte, la capacidad estructurada de retener y recuperar la información va a determinar, también, de una manera muy decisiva este período, en el que la asimilación de las claves más significativas de un documento multimedia se puede establecer como objetivo destacable de aprendizaje. Atención y memoria se convierten así en habilidades intelectuales "lógicas" y "voluntarias" que sólo precisan de la adecuada motivación multimedia para ponerse en funcionamiento.
A la memoria emocional, que ha venido cumpliendo un importante papel durante la fase infantil, se le añade, ahora, la memoria lógica.
Una memoria que funciona de acuerdo con la posibilidad de estructuración intelectual de lo percibido. El escolar puede así ya organizar los elementos estructurales de una película, acceder a la comprensión razonada y estructurada de su argumento o de un documental de carácter educativo, más allá del propio impacto emocional.
La explicación de las técnicas de montaje y de cómo las ideas pueden transformarse en imágenes, música, personajes y diálogos puede resultar un buen recurso para el fortalecimiento de estas habilidades intelectuales recientemente adquiridas.
Pero hay también otras manifestaciones o formas de la memoria como la memoria visual, auditiva o cinestésica, que encuentran en el recurso multimedia su más espectacular desarrollo.
J.M. Baldwin, uno de los fundadores de la Psychological Review , sostenía, a partir de sus observaciones experimentales, que los niños que tenían buena memoria visual o auditiva eran más rápidos en las reacciones sensoriales y los que habían obtenido mejores resultados en la memoria cenestésica eran más ágiles en las reacciones motoras.
De este modo, el niño, que se encuentra en la Edad Escolar, posee ya, de una manera más o menos madura, las funciones intelectuales y cognitivas que le hacen especialmente apto para articular sus experiencias de aprendizaje audiovisual en un sistema inteligentemente estructurado de percepciones, conceptos y experiencias: cognitivas, afectivas y de aprendizaje.
La estructuración de lo que es percibido y recordado va a depender del desarrollo de su atención y de la motivación que empuja a su curiosidad, construyéndose lo que podemos entender como "conciencia selectiva infantil madura" que hay que impulsar y orientar frente a la multivariada oferta multimedia.
Una conciencia que a través de los procesos de "acomodación" y "adaptación" crea una determinada "visión de la realidad" o "imagen del mundo" que daría lugar, entre otras habilidades intelectuales, a una "inteligencia fílmica cognitivo y procesual".
Lo que el niño aprende a través del recurso multimedia contribuye a configurar su mente, sus actitudes, sus pensamientos y valores. Su concepción, en definitiva, del mundo.
Pero no olvidemos que sobre esa "conciencia de realidad", va a determinar los procesos de orientación de su conducta, tanto los procesos cognitivos como los sociales, emocionales o efectivos.
Por lo tanto, el papel de la imagen que atrae, de modo extraordinario, la atención infantil en esta etapa va a ser determinante, por tanto, de los primeros fundamentos estructurales que constituyen la inteligencia del niño.
Cuando el escolar puede llegar a pensar sobre el pensamiento, sobre la base de la racionalización de su propia experiencia fílmica, el análisis de contenidos multimedia, el debate o la activación del pensamiento sobre estos contenidos es ya una posibilidad escolar educativa recomendable.
Conscientes de la importancia intelectual del descubrimiento y de la invención, pueden incluso ya, con una suficiente alfabetización en el lenguaje de la imagen, expresarse a través de ella.
Claro que todo esto forma parte del aprendizaje y de la práctica de los estilos de pensamiento, que como es natural no se dan, sin esfuerzo ni formación, de un modo espontáneo. Pero los años escolares van a ofrecer la ocasión para que todo esto se produzca.
La Inteligencia y el pensamiento se convierten, de este modo, como diría John Dewey (1922), en instrumentos usados por el escolar en su propia adaptación a las situaciones prácticas de la vida, y no hay, hoy día, habilidad adaptativa más necesaria que la comunicación y expresión a través de los lenguajes multimedia.
Nos hallamos en la etapa que Piaget denominó "de las operaciones concretas" y que se caracteriza, en términos esenciales, por el experimentalismo, la industriosidad de Erikson y el realismo, por la capacidad de manipular las tecnologías propias de la información y de la comunicación.
El niño de edad escolar se nos ofrece de este modo como un "puer faber", pero también, añadimos, como un "puer videns".