En este número os presentamos a Nano, un peculiar personajillo que iréis conociendo poco a poco y que os hará reflexionar...
De mano de las ilustraciones de Cristina Pérez Navarro y Jorge Quiroga y la introducción de Máximo, esperamos que os enganchéis a estas láminas sobre el hombre y el mundo... y unas enigmáticas bromas.
"Nano tiene aspecto de enano de cuento, de legendario duendecillo europeo. Nano es un gnomo, y gnomo . Nano es universal y misterioso.
¿Por qué han elegido Jorge y Cristina quizá un enano, quizá un gnomo, para representamos? Porque Nano es un hombre, claro, también, y un hombre que es todos los hombres que no son gigantes, es decir el resumen de casi todos nosotros, un arquetipo de los que no somos arquetípicos. ¿Creen Jorge y Cristina que el hombre medio es un poco más bajito (enano) que lo que deducen proporcionalmente las estadísticas y un poco menos vulgar y más misterioso (gnomo) de lo que los líderes suponen, cuando se le dibuja con amor y rigor, cuando se le aísla en personaje único, cuando se le deja, aunque en implacable silencio, expresarse y moverse? Es una pregunta que no he hecho a Cristina ni a Jorge, ni se la haré, porque los dibujos deben hablar o callar por sí mismos.
Por lo demás, una originalidad notable de estas tiras es su condición de hechos aislados, y condicionados, por la estructura geométrica, dividida o no, de los recuadros. Las líneas (el mundo así circunstanciado y constreñido) determinan la acción. Aquí el mero recurso o costumbre gráfica de la tira es una topografía especial, una física metafísica, si se quieren mirar estos sucesos gráficos con la atención debida. Porque Nano es un hombre cualquiera o todos nosotros, pero ceñido a transcurrir en unos límites muy concretos. Lo duro de su vida y los problemas mismos de los que es víctima activa o pasiva son los de cualquiera de nosotros, pero se complican gráfica y nítidamente por la prisión acotada de las líneas. En la rebelión gráfica, y más que gráfica, contra esas rayas y recuadros, está la lucha magnífica de Nano contra la opresión y el absurdo: con derrotas frecuentes, pero también con espléndidas fugas a una inesperada libertad de acción y otros poéticos hallazgos.
Diré que este es un libro para mirar muy, muy despacio, un conjunto de impecables láminas sobre el mundo y el hombre, unos documentales inesperados sobre la cotidianidad trascendida y una serie de enigmáticas bromas.
Estamos ante un personaje de fábula, Nano, que no va de maravilloso. Y ante dos autores en uno a quienes agradecer esta irrupción, más soberbia que humilde, en el mundo apaisado del humor gráfico."
MÁXIMO