La musicoterapia es el uso de la música y sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) llevado a cabo por profesionales para facilitar y promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, satisfaciendo así las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas del ser humano. La musicoterapia tiene como fin desarrollar potenciales o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.
La música además de resultar motivadora y fomento de las capacidades físicas y psicológicas, es una verdadera terapia. En relación a las personas con discapacidad resulta altamente beneficiosa.- Mejorando la comunicación, la motricidad, disminuyendo la ansiedad y los miedos, llevando al equilibrio psicofísico y emocional, mejora de las respuestas neurológicas, y ritmo cardíaco. Pero sobretodo acercamiento a niños con problemas complejos como autismo, psicosis...
Veamos como los elementos musicales influyen en los individuos de diversas maneras:
Tiempo: los tiempos lentos, entre 60 y 80 pulsos por minuto, suscita impresiones de dignidad, de calma, de sentimentalismo, serenidad, ternura y tristeza. Los tiempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto, suscitan impresiones alegres, excitantes y vigorosas.
Ritmo: los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, aunque también pueden provocar situaciones de estrés.
Armonía: Asociadas al equilibrio, el reposo y la alegría o por el contario a la inquietud, el deseo, la preocupación y la agitación.
Tonalidad: los modos mayores suelen ser alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos. Los modos menores evocan el intimismo, la melancolía y el sentimentalismo, favoreciendo la introversión del individuo.
La intensidad: es de elementos musicales que más influyen en el comportamiento humano. Así, un sonido o música tranquilizante puede irritar si el volumen es mayor que lo que la persona puede soportar.
La instrumentación: los instrumentos de cuerda suelen evocar el sentimiento por su sonoridad expresiva y penetrante. Mientras los instrumentos de viento destacan por su poder alegre y vivo. La percusión se caracteriza por su poder rítmico, liberador y que incita a la acción y el movimiento.
En definitiva, en cuanto a salud mental se refiere es la mejor medicina no sólo para aquellas personas con algún tipo de discapacidad, sino para embarazadas, niños, adultos... la mejor medicina para el alma.