En el artículo del mes pasado hablaba de un problema que la sociedad de la información había provocado entre el alumnado, como era el caso del empleo del lenguaje excesivamente abreviado o "lenguaje de sms" a la  hora de realizar trabajos, tareas o exámenes, y exponía posibles soluciones para tratar de solucionarlo.

En esta ocasión, sin embargo, quiero  hablar de cómo una herramienta informática puede resultar de extrema utilidad para que nuestros alumnos se sientan atraídos por una asignatura  que a priori para ellos pueda ser tan extensa y dura como es la Geografía y el Conocimiento del Medio.

Me refiero al programa de imágenes geográficas por satélite "Google Earth", una herramienta que ha sido usada en todo el mundo no sólo por curiosos y aficionados sino por profesionales de diferentes campos como la Arqueología y la Geología como apoyo a sus estudios e investigaciones.

Este artículo no pretende ser un manual de uso de este programa gratuito, ni tampoco quiere vender el producto, sino que se trata de exponer sus  ventajas y utilidad dentro de un contexto en el cual los alumnos, ya desde edades tempranas, conocen y emplean herramientas tecnológicas con una facilidad que para nosotros a su edad resultaba algo impensable.

Además, el método a seguir no resulta complejo ni especialmente costoso, realmente bastaría con dotar al profesor de Ciencias Naturales del centro de un portátil y de un proyector, que le sirviera de apoyo a la hora de mostrar a sus alumnos, por ejemplo, cómo es de extenso el desierto del Sáhara, o las montañas de nuestro Sistema Central, el curso de ríos como el Tajo, el Ebro, o el Nilo, etc...

También se le mostrará de forma precisa y panorámica las fronteras entre países, usando las capas de "Fronteras y etiquetas" y "Lugares" que se visualizan en el menú desplegable del margen inferior izquierdo de la pantalla del programa.

Este menú es realmente útil pues gracias a él podemos ofrecer al alumno una gran cantidad de detalles y especificaciones acerca de un territorio o lugar concreto, desde fotografías y planos en tres dimensiones de los edificios, hasta por ejemplo el nivel de protección ecológica de la zona e incluso el tiempo que está haciendo en ese momento en el lugar, cosa que sin duda llamará mucho la atención y sorprenderá a los alumnos de los niveles más básicos. Por lo tanto, este programa podría servir realmente para despertar en una parte del alumnado verdadero interés por la disciplina gracias a sus espectaculares imágenes por satélite, que si se posee un PC de buena resolución gráfica da verdadera impresión de estar sobrevolando el lugar que estamos visualizando en pantalla.

Esa, precisamente, es una de las principales ventajas con las que debe contar el  profesor al usar este programa. Gracias a él estará usando un material mucho más realista y práctico que las ilustraciones y mapas de los libros y mapas de grandes dimensiones, un material que no tiene por qué suplantar aquellos sino que los complementa y los dota de un matiz más físico y reconocible por el alumno, pues lo encuadra en su entorno, y puede ver, y casi tocar, las estribaciones de las montañas, el caudal de los ríos, las casas de las poblaciones, etc...

Si los profesores tuvieran la oportunidad de usar esta herramienta desde una perspectiva docente, y pudieran emplearla como un eficaz método de aprendizaje geográfico para el alumno, realmente la calidad y el nivel de satisfacción del alumnado subiría, porque, como se ha dicho al principio del texto, en una época en que la tecnología, con sus pros y sus contras, marca la modernidad, es cuestión de vida o muerte que las técnicas pedagógicas también se adapten a ella para una conexión más eficaz entre el alumno y el profesor y la asignatura que imparte.