Hace apenas dos días, hablaba con mi prima pequeña, de tan sólo diez años, de ciencia. Le preguntaba qué pensaba ella qué hacían los investigadores, los científicos. Su respuesta fue encogerse de hombros y echarse a reír. "¡Y yo qué sé!"- me contestó. "Los científicos hacen ciencia, y están ahí con batas, como locos".
Intrigada, le pregunté a continuación. "¿Y en el caso del fútbol? ¿Qué hacen los futbolistas?". Su respuesta esta vez fue clara y concisa, como esperando la cuestión, como si la trajera aprendida de memoria. Como, en otras palabras, si fuera lo más lógico del mundo saber antes qué hace un futbolista que un científico. "Jugar con una pelota dos equipos, mientras tratan de meter gol en la portería del contrario", me respondió.
Fig. 1 - ¿Fútbol o ciencia? La extraña paradoja del aprendizaje.
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo