La poesía está poco valorada y en especial cuando hablamos de poetas mujeres o poetisas, cada cual que use el término que le parezca. Pero dentro de este género poco conocido por el público, que se decanta más por la novela, existen no sólo grandes poetas con renombre sino también poetisas, mujeres que al igual o incluso a veces mejor, saben transmitirnos su modo de ver el mundo, sus sentimientos y sus vivencias.
Nombres como: Rafael Alberti, Quevedo, Góngora, Salinas, Dámaso Alonso, Blas de Otero, San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Pablo Neruda, Gustavo Adolfo Bécquer, Federico García Lorca y un sinfín más, son los que aparecen siempre en los libros de literatura que se imparten en las escuelas de educación primaria, secundaria y bachillerato. Mínimas son las páginas que se dedican a las escritoras españolas, sea del siglo que sea, y me refiero a escritoras en general. Encontramos a Rosalía de Castro y Emilia Pardo Bazán como máximas figuras femeninas de la literatura española. Sólo dos ante el gran número de hombres.
Pero no sólo existen más referencias a poetas que a poetisas en los libros de texto. Internet es otro de los medios en los que las páginas dedican más espacio a los poetas que a estas últimas. En el caso del Instituto Cervantes, su portal dedicado a las mujeres escritoras españolas se pueden contar en 14, mientras que no es necesario conformar ningún portal exclusivamente para los escritores.
Todo ello es consecuencia de una España en la que a la mujer no se le reconocían sus capacidades, quedando así aisladas. Pocas fueron las que consiguieron publicar sus obras con su propio nombre y apellidos, ya que otras incluso han dejado de usar el suyo propio y dejar que sus propias obras sean firmadas bajo el nombre de su marido, u otro personaje que acabaría llevándose la fama que le correspondería a la mujer.
A día de hoy las dificultades para publicar son enormes y aunque la mujer tenga más facilidades que ayer, sigue existiendo una gran diferencia. Lo que se refleja, en la difusión de unas y otros
En actualidad la televisión dedica su espacio a la reposición de series, a programas de
corazón, o a cine que ha sido visto cuarenta mil veces incluso en el mismo canal. Pocas horas se dedican a programas culturales de litaratura en los medios que no son de pago, y si es así se emiten a altas horas de la madrugada. Esta es una de las razones por las cuales nombres de poetisas sean tan desconocidos para la gente de a pie.
Además se le añade las prisas por acabar los temarios en las escuelas, donde a pesar de que en los libros de texto no aparezcan tantos nombres de mujeres de este ámbito como de hombres sí que ería de gran ayuda para la formación cultural que los estudiantes están recibiendo que los mismos profesores de Literatura se dedicasen e implicasen más en sus clases, buscando información sobre la actualidad. Las tres cuartas partes de la literatura que se estudia son autores muertos, lo que a los estudiantes les queda lejos.
Por ello sería necesario que junto a estos libros de texto, de vez en cuando, se tratara el es, es decir la actualidad literaria, pero sin dejar a un lado el fue de la misma. Y tampoco sin centrarse en la actualidad masculina qué acabaría siendo dada más a conocer ya que a pesar de los cambios dados y del desarrollo de los derechos igualitarios de la mujer y el hombre aún hoy, en el S XXI, siguen existiendo diferencias y siguen siendo más nombrados, más sonados nombres de hombres en cualquier ámbito.
¿Qué es lo que se pretende enseñar en las escuelas? ¿Qué se nos quiere hacer ver y cómo y en qué valores se quiere educar? ¿Debemos suponer que la igualdad está ya implantada en nuestra sociedad por vivir en una democracia.
No son las cosas como se nos quieren hacer ver. Si así fuese, si existiese de verdad una igualdad encontraríamos que se da la misma importancia a un escritor que a una escritora, y que no haría faltar homenajear a estas mediante un portal exclusivo, como el citado anteriormente. No sólo eso sino que habría un mayor número de académicas de las que hay, son unas cuatro frente a los más de 30. Si realmente existiese encontraríamos más de dos nombres, Dña Ana María Matute con sillón académico en la RAE y actualmente habría más mujeres que formaran parte de ella.
Esta claro que aún no ha llegado la deseada igualdad entre dos los dos sexos y que en definitiva nunca llegará a no ser que se ponga remedio y se empiece desde los medios de comunicación y desde las escuelas o centros culturales.