I
Repiquetean las farolas arrepentidas,
Despertando el duermevela de las aceras
E infartando el plomo observador.
El sol se oculta, pero no solo.
Y las quejas de los secuestros
Plagan rojas las camisas, el suelo y las mejillas.
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Vuelan los vacíos familiares,
Arañando en el cielo estelas que
Señalaran los próximos.
Las nubes no son vapor sino polvo
Y no ocultan agua, esconden sed
II
Fugaz golpe de sensación y saliva.
Me arrastras a compartir segundos vacíos
y pintarlos de gaviotas, para que al recordarlos
Se me ensucien o escapen.
Golpe que me conduce al trabajo de acuarelas,
a su mezcla con distantes.
Colores en los que me quedare prendado
Y luego me ahogare.
Siempre vuelvo a ello, y rara vez
Parte del hecho un pájaro de alas brillantes,
Que se cansa de volar
Pero no de tener las alas extendidas.