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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Viernes, 10 de mayo de 2024

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Conversaciones con un escritor joven

 

Aunque siga presente como influencia en directores, pintores y poetas variopintos, parece que muy pocos se atreven a profundizar en el arte de lo surreal. ¿Qué papel crees que puede tener el surrealismo en una sociedad como la nuestra?

El surrealismo no tiene nada que ver con el arte tal y como lo conocemos hoy en día y mucho menos con el mercantilismo que existe entorno al arte. Otra cosa es que el surrealismo utilizara y utilice los medios llamados artísticos para explorar regiones como el inconsciente, la irracionalidad o el sueño pero en ningún caso trata de crear obras de arte que tengan que ser admiradas pasivamente por un supuesto público. Precisamente uno de sus propósitos es el de que todos seamos artistas y que cada cual incorpore lo maravilloso a su vida.

Muchos académicos dicen que el surrealismo ha muerto; les gusta poner fecha de nacimiento y de caducidad a ciertas vanguardias para acabar con ellas y así construir la historicidad de la literatura más fácilmente. Pero hoy en día siguen apareciendo nuevos grupos surrealistas y en cierta forma podría decirse que antes del primer manifiesto surrealista ya existían grupos revolucionarios que se aglutinaban bajo ese mismo espíritu de revuelta. El surrealismo está aquí para meterle el dedo en el ojo al poder -provenga éste del capitalismo o del partido totalitario-, para señalar sus trampas y denunciar la explotación del hombre por el hombre y liberarnos de las cadenas de la miseria física y moral. Es ante todo un proyecto político de vida poética nacido para mantener viva la llama de la insurrección. También a través del surrealismo nos adentramos en todo lo que el ser humano tiene de abismal: el inconsciente, los deseos, lo mistérico... El surrealismo no se pierde en esa confusa y utópica revolución futura sino que se adentra en la vivencia revolucionaria presente, cotidiana y asequible a cualquiera mediante juegos colectivos y la experimentación directa.

Por otro lado y a diferencia de lo que dices en tu pregunta la influencia del surrealismo la veo más en movimientos libertarios como el anarquismo o el situacionismo, más que en pintores -como Dalí-, poetas o directores de cine que se quedaron en lo estético.

Tengo entendido que eres miembro del Grupo surrealista de Madrid, ¿Qué tipo de actividades realizáis en el Grupo surrealista de Madrid?

Su actividad se ha reunido principalmente en torno a la revista Salamadra -en la cual se publican textos teóricos, poemas, juegos colectivos y traducciones-, el periódico El Rapto. Observatorio del sonambulismo contemporáneo y las ediciones de su editorial La Torre Magnética, además de intervenciones públicas: conferencias, exposiciones, declaraciones colectivas, etc. Se abarca por un lado la reflexión teórica, que se concentra en el análisis crítico de la actual sociedad espectacular, evidenciando sus mecanismos de dominación y por otra lado una práctica basada en intervenciones y experimentaciones -colectivas e individuales- que pretenden despedazar el discurso de la dominación, aparentemente inquebrantable.

¿En qué consiste el enterramiento de poemas?

Se trata de una serie de acciones que realicé hace unos años. Desde siempre me ha interesado el poema-acción, el poema-objeto y la poesía visual. El enterramiento de poemas fue una serie de acciones consistentes en enterrar unos poemas por diferentes lugares de Santander para mí emblemáticos. No es arte, ni siquiera un vulgar acto psicomágico sino que forma parte de ese proyecto de poetización de mi vida cotidiana.

Hay quien se queja de la excesiva especialización de la literatura, esto es, que últimamente se ha convertido en un arte para filólogos. Como matemático que eres, ¿cuál es tu visión al respecto?

No me interesa eso que llaman literatura, ni lo que conlleva. Te lo juro. Es un terreno lleno de despistados y oportunistas. A los despistados se les puede perdonar pero da repulsión ver cómo los oportunistas utilizan la literatura -escriban bien o mal- y el dinero público para construirse un yo social prestigiado artificialmente y así luego poder ocupar espacios de poder, ser directores de algo y entrar en una dinámica miserabilista que para nada tiene que ver con la poesía. No me interesa el academicismo literario -no me refiero al ámbito científico- aunque lo respeto.

Para mí la poesía va más allá del papel, los seminarios y las grandes editoriales. Por supuesto que la escritura -colectiva o individual- del poema es esencial, incluso su publicación en papel. Pero la poesía brota principalmente en aquello capaz de abrir una grieta en el conformismo, la rutina y el aburrimiento de lo cotidiano para mostrarnos la existencia como sorprendente y extraña. La poesía entendida como sensibilización de lo que nos rodea, como vivencia inmediata, no intelectual sino anímica. Hace unos años se publicó el libro "Situación de la poesía (por otros medios) a la luz del surrealismo" Este libro recoge las ponencias de las jornadas celebradas en 2006 en  la FELLA de Barcelona y posteriormente en Traficantes de sueños de Madrid. A lo largo de este libro se insiste en que la poesía puede darse en cualquier parte y de mil modos diferentes: en los sueños, en el objeto encontrado, en el juego, en el azar objetivo, en la deriva y el paseo, mediante la acción directa y el terrorismo cultural...

Teniendo a Lewis Carrol como referente, parece que la lógica y las matemáticas han tenido siempre mucho que decir en lo que a literatura del absurdo se refiere. ¿Te sientes heredero de esta tradición?

En mis poemas -sobre todo en mis poema-collages construidos con recortes de periódicos- se aprecia bastante esa influencia del absurdo. Creo que es importante y necesario el huir de la lógica y del pensamiento racional.

Vives en Santander pero te mueves por Madrid, conoces por lo tanto dos ambientes literarios muy distintos, el de la ciudad pequeña y el de la capital. ¿Con qué te quedas de cada uno? ¿Qué criticarías?

Santander tiene todos los inconvenientes de ser una ciudad pequeña y conservadora pero hay muchos prejuicios al respecto. En Santander, si sabes buscar, siempre encontrarás a gente interesada en escribir o en pintar. Lo que sucede que muchos se tienen que ir fuera a estudiar ciertas carreras por la sencilla razón de que en Cantabria no las hay con lo que se produce cierto éxodo de jóvenes.

Claro que en Madrid hay más conferencias, tertulias, fanzines y baretos en los que se recita poesía. Pero cada vez me gusta menos el ambiente elitista que se respira en esos sitios.

Desde la época de Freud, la psicología ha realizado grandes avances. ¿Cómo se traduce esto en el nuevo surrealismo del siglo XXI?

No entiendo eso de "nuevo surrealismo". No existe un neosurrealismo o un postsurrealismo. Sus planteamientos actuales siguen siendo los mismos que hace 100 años. Eso es parte del engaño al que nos han llevado numerosos críticos y académicos que se creen con el derecho de dar vida y quitársela a su antojo a ciertos movimientos al tratarlos como una moda pasajera más.

Mencionas a Freud. Por supuesto que el surrealismo y el psicoanálisis tienen muchas cosas en común; ambos generaron una nueva concepción del hombre y una nueva manera de pensar. El psicoanálisis es una de las teorías que más sedujo y seduce a los surrealistas, y muchos métodos psicoanalíticos -como por ejemplo el método de la asociación libre, es decir, el desarrollo automático de las ideas y de su reproducción sin censura racional, moral, ni estética- les sirve para explorar el inconsciente, los sueños, la locura, los delirios y las fantasías. Pero esa influencia fue mutua. No olvidemos que toda la teoría del Anti-edipo desarrollada por Gilles Deleuze se debe a uno de los surrealistas más desconocidos en España -y también uno de los más subversivos- Gherasim Luca, que fue el primero en enunciarla.

¿Alguna última palabra que decir antes de terminar la entrevista?

Citaré a André Breton: "El poeta del futuro superará la deprimente idea del divorcio irreparable entre acción y sueño".                        

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