Ir al contenido

Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Viernes, 10 de mayo de 2024

Inicio | Revistas culturales

El sueño del monstruo

 

Se llama Ray Loriga, fuma a todo trapo y se ríe a gusto, se sostiene a la perfección en nuestro imaginario, está metido hasta el fondo y le encanta la textura. Pienso que lo que nos está contando es cierto. -Escribir entre libros-, de diez a quince son los referentes para cada una de sus siete novelas y dos libros de relatos publicados, desde El extranjero de Camus, -cogí una novela de setenta páginas para animarme en la carrera de fondo que viví con Lo peor de todo-su primera novela, hasta Cristo versus Arizona de Cela, Ray Loriga es antes que nada un lector que eleva a la Literatura por encima de su propia labor como escritor, habla de las voces y los cuerpos de Marguerite Duras, Bukowski, Salinger, Jim Thompson...

-Leer es leer a alguien. Dios no escribe novelas de amenaza contra el mundo, es la voz del escritor la que escribe sobre el mundo amenazado. Igual que las voces que hablan a Pedro Páramo o a Hamlet, la Voz es la que tira de la novela (la trama siempre tiene arreglo), cuando coges el tono, el cómo, un pulso que se sujeta y está hablando-. Claro que hay que tener una voz hermosa, una voz suficiente y una personalidad. ¿Cuál es tu oído al escribir?, ¿qué recursos usas?, ¿dónde pones la mirada en una habitación de hotel de dos amantes; describes la alfombra?

Con la elegancia y el cambio de registro del que se hace eco desde hace veinte años, Loriga nos lleva a su último libro Ya sólo habla de amor, una novela de voz, en la que Sebastián no es capaz de salir de una fiesta ni de bailar con la mujer que le acompaña esa noche, y no para de preguntarse por qué. El viaje de Sebastián es interior pero atraviesa directo, el paisaje y el tiempo son reducidos al mínimo, la trama también, y es la voz la que le da un cuerpo de novela, la que traza un arco desde el principio del tormento hasta el final del intruso.

Ray nos acerca a la personalidad literaria, al fraseo y al jazz en la composición, -hay que educar el pensamiento, leer sobre literatura, pensar en escribir-. Se cuida de pisar los lugares comunes, de sentir demasiado, de destruir algo que no ha creado. Es consecuente y se lo toma en serio, escribe porque un día pensó que quería escribir.

 

 

Comentarios - 0

No hay comentarios aun.


Universidad Complutense de Madrid - Ciudad Universitaria - 28040 Madrid - Tel. +34 914520400
[Información - Sugerencias]