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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Viernes, 10 de mayo de 2024

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El paciente

 

Verá, doctor, estoy aquí porque... me ocurren cosas algo extrañas. Por ejemplo, el otro día soñé que Rafaela Carrá me daba una paliza y luego cantaba "Para hacer bien el amor hay que venir al sur", y yo decía: "¿y qué tendrá que ver?". Ya de pequeño tenía pesadillas con Heidi. El médico que me trató, le dijo a mi madre: "Su hijo es anormal".Me afectó tanto que intenté darme a la bebida, pero no funcionó; cada trago que bebía lo vomitaba. En mi empeño de ser un gran alcohólico, me bebí varias botellas y perdí toda mi flora intestinal.

Más tarde, me aficioné al campo. Hacía largas excursiones y miraba los caballos; de hecho, los miraba tanto que empecé a ir al psiquiatra. Llegué a la conclusión de que mi vida no tenía sentido y de que mi madre era la causa de todos mis problemas. La recuerdo haciendo bonitos pasos de ballet. Aunque era coja, nunca dejaba de bailar. Era incombustible. Por otra parte, mi abuelo había sido funambulista y corría con las manos en vez de con los pies. Una vez, ganó los cien metros lisos en el maratón. El problema es que le gustaba ponerse enaguas. Mi abuelo era así, un hombre especial. Solía correr con las manos llevando una enagua de encaje y un gorro mejicano.

Mi padre decidió que la gente tendría que pagar por venir a casa a ver correr a mi abuelo y bailar a mi madre, de forma que nos hicimos ricos durante un tiempo. Hasta que mi padre comenzó a automutilarse con chinchetas de colores; gastaba tantas que nos arruinamos. Mi abuelo le echó de casa. Fue algo violento, porque salió al portal persiguiéndole con una escopeta. Le dijo que no volviera jamás y luego corrió tras él. Cuando la policía vio a aquel hombre corriendo con las manos, el sombrero mejicano, la enagua y el rifle, se quedaron paralizados unos segundos y uno de ellos se suicidó. Después detuvieron a mi abuelo por desacato a la estética y daños al cuerpo -el de policía-. No volví a verle.

Ahora trabajo en una fábrica de pelotas de goma. No sé por qué, pero me relaja.

 

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