Entendiendo la tradición de comer de tu mano,
de tu alma me sirvo para, calladamente,
adentrarme en tu mente.
Hábil como un cero absoluto, recorro tu psique,
ebrio de contratiempo, sereno como el metal;
y me sorprendo ante ti, que vives.
¿Eras el ser o eras la nada?
Claman tus neuronas caídas y abiertas en ocho
suplicando una vida que ya fue barrida.
Reptan tus neuronas por el jardín de mi desdén
y la santa necrofilia con la que me cuelo en tu circuito interno
[ERROR NO ESPECIFICADO]
y la santa n
[ERROR NO ESPE--------------]
ylasan
[ERRRRRRRRRXXXXXXXX]
Todos han temido que los transportase a mi altar inmundo.
Todos han vivido en mi tentación.
Todos han muerto.