Desde el Sol he visto
cómo hace ocho minutos
abandonaba la Tierra,
yo mismo.
Pequeño cielo estrellado
asemeja mi planeta
en su lado oscuro
cuando me he alejado.
Apenas comenzado el viaje
desde la atalaya en que me hallo,
ahora observo, asombrado,
su lado oscuro, apagado.
Casi en el mismo instante,
pero algo más distanciado,
veo cómo hermosas galeras
arriban a las Indias
hace, quinientos años.
Un tanto más separado
me he sorprendido observando
cómo unos monos erguidos
avanzan por las sabanas
en grupos, apiñados.
En el salto siguiente
¡pobres dinosaurios!
se dirige hacia la Tierra
el meteorito, con que me he cruzado.
He seguido viajando
y en apenas el mismo instante,
el planeta que observaba:
un continente sólo
y el resto, todo agua.
Más rápido que la luz,
la he adelantado,
y he podido capturar
imágenes del pasado.