¿Les da miedo el número 13? ¿Son de los que prefieren decir 12+1 o incluso ser fieles seguidores de Peano y decir suc(suc(suc(suc(suc(suc(suc(suc(suc(suc(suc(suc(suc(0)))))))))))))? Pues no lean este número. Para celebrar que hemos llegado al número 13 de nuestra revista y para demostrar que no nos da ningún miedo el número maldito de los supersticiosos, en este número de Sci-FdI incluimos 13 apartados: 7 relatos, 2 ensayos, 1 cómic, 1 portada, 1 editorial y 1 índice. Además, nos alegra remarcar que los contenidos han sido firmados por 13 autores diferentes. Por otra parte, para ofender un poco más a los supersticiosos, hemos decidido escribir 13 veces el número 13 en este editorial. Si después de todos nuestros esfuerzos por desanimarles siguen leyendo, solo puede ser por 2 motivos: o se han curado de su superstición o tienen un interés desmedido por leer nuestra revista. En cualquiera de los dos casos nos sentiremos enormemente satisfechos por nuestro trabajo y solo nos quedará recomendarles que disfruten de todos nuestros nuevos contenidos.
Ahora bien, antes de finalizar, el equipo editorial desea realizar una importante aclaración. Ha llegado a nuestros oídos que el último párrafo del editorial del número 1 de esta misma revista, que publicamos allá en diciembre de 2009, ha causado muchas especulaciones sobre los contenidos que supuestamente tendrían que haber aparecido en el número actual. Muchos nos han acusado de haber sustituido en el último momento los contenidos del verdadero número 13 por los que ahora presentamos, todo ello para ocultar el supuesto hallazgo, en diciembre de 2009, de una cámara acorazada en el subsuelo de la facultad que contenía dicho número 13, fechado en diciembre 2015. Las especulaciones sin fundamento han ido más allá, insinuando incluso que las actuaciones de la Facultad de Informática durante los últimos meses para subsanar el problema con el agua potable en el centro tenían como objetivo ser una tapadera para poder acceder al subsuelo de la facultad y enterrar dicha caja fuerte con dicho número 13 antes de mandarla al pasado. En sus delirios, esos difamadores han dicho que los relatos incluidos en ese número 1 ocultaban mensajes para probar su procedencia futura, sólo descifrables leyendo algunas de sus letras en determinado orden. Uno de dichos acusadores nos mandó una carta en la que decía cosas como, por ejemplo, "el relato Mundo Ciénaga, publicado en dicho número de diciembre de 2009, probaba en su primer párrafo que sin lugar a dudas procedía de una fecha posterior en el tiempo, y para comprobarlo sólo había que leer las letras apropiadas de dicho párrafo: Frase 3, palabra 3, letra 3. F 3, p 6, l 6. F 3, p 8, l 9. 4,7,6. 4,7,9. 4,12,1. 4,12,2. 5,1,2. 5,2,6. 5,6,2. 5,9,6. 5,10,6. 5,12,2. 5,13,1. 5,14,1. 5,15,11. 5,15,12. 5,15,13. 6,6,1. 6,6,2. 7,1,3. 8,9,1. 9,4,3. 9,8,5. 9,9,1. 9,9,2. 9,13,3. 9,13,6. 9,16,4. 9,17,3. 10,1,2. 10,8,5. 11,3,2. 11,7,1. 11,8,5. 11,8,7." No hemos encontrado el sentido a este galimatías. El equipo editorial y los responsables de la Facultad desean anunciar que, lógicamente, estas acusaciones son únicamente habladurías sin fundamento