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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Jueves, 21 de noviembre de 2024

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Domesticación

Inicios

-Lo que propones nos pondría a todos en peligro. ¡No podemos confiar en esas bestias!

-No digo que confiemos, lo que digo es que deberíamos tratar de domesticar algunos animales. Hemos estado analizando a unas cuantas especies y creemos que algunas podrían resultarnos útiles. De hecho, creemos que podríamos usar su fuerza para facilitarnos la obtención de agua y alimentos.

-¿Útiles? Son bestias que solo piensan en comer y aparearse, no las veo muy colaborativas...

-La mayoría no, pero hemos encontrado algunos ejemplares de algunas especies que son más mansos que el resto. Con ellos podríamos tratar de hacer algunos acercamientos, ofrecerles algo que les guste, ir poco a poco ganándonos su confianza, teniendo cuidado si se ponen violentos.

-Aunque algunos ejemplares fueran suficientemente mansos, cosa que dudo, seguro que otros más agresivos les seguirían para ver qué hacen, y entonces nos encontrarían y nos atacarían. ¡Sería nuestro fin si vienen en manadas a por nosotros!

-Es posible, pero no lo creo. Los más agresivos pocas veces se fijan en lo que hacen los más mansos. Además, no creo que tengamos otra opción. Cada vez somos menos en el valle y nos cuesta más trabajo mantenernos. Si no hacemos algo drástico pronto, es posible que no tengamos una segunda oportunidad... y si conseguimos aprovecharnos un poco de la energía de las bestias para transportar agua y alimentos es posible que podamos vivir sin miedo a morir de inanición. Incluso podríamos empezar a tener poblaciones más grandes y seguras.

-Eso son fantasías. Siempre hemos vivido sin necesidad de bestias y así debe seguir siendo. Además, sé que los animales que habéis estado analizando son nómadas: ¿cómo pretendéis domesticarlos si no se están quietos en ningún sitio? Está decidido: me opondré en el Consejo a todas vuestras majaderías.

-Siento oír eso, pero ya contamos con más de la mitad de los votos del Consejo. Esta charla es solo una deferencia por el respeto que te tenemos, pero tu tiempo ha pasado. Por cierto, sí que son nómadas... por ahora... pero precisamente la idea es atraer a los más dóciles y débiles que no tienen el ímpetu necesario para cambiar continuamente de ubicación. Esos serán nuestros principales candidatos.

 

Expansión

-Estos animales domésticos son buenísimos, no solo obedecen lo que les pedimos, ¡incluso domestican ellos mismos a otros animales para ayudarnos aún más!

-Sí, es cierto, pero me han llegado noticias bastante preocupantes desde las colonias más allá de nuestro valle. Parece ser que otros se han fijado en nuestro éxito y están tratando de domesticar a los mismos animales que nosotros, pero para su propio beneficio.

-Pues tendremos que mejorar nuestra técnica de control sobre su sistema nervioso. No importa compartir algunos especímenes con otros seres, incluso nos puede resultar útil para mejorar su interés por su trabajo con nosotros. Ahora bien, necesitamos el control mayoritario de los animales domésticos para lograr nuestro objetivo de extendernos por todo el continente.

-Ya estamos con tus sueños de grandeza. Confórmate con expandirnos a unos pocos valles más, no somos suficientes para colonizar mucho más.

-Te equivocas, solo es cuestión de incentivar aún más la reproducción de nuestros animales domésticos. Si son más, nos expandiremos rápidamente y pronto controlaremos todas las tierras de costa a costa. Además, estamos trabajando en el diseño de unos sistemas de irrigación que nos permitirían crecer mucho más.

-Espero que tengáis razón...

 

Contacto

-¿De dónde han salido esas bestias? ¿No se suponía que después de los miles de años que llevamos prosperando ya habíamos domesticado a toda la población del continente?

-Pues sí, eso creíamos, pero según parece han llegado desde otras tierras que están más allá de los grandes océanos. Pero lo peor de todo no es eso. Resulta que no son animales salvajes: ¡son animales domésticos!

-¿Cómo dices?

-Lo que oyes. Están claramente domesticados. Sus amos han debido enviarlos desde tierras lejanas para colonizar nuestro territorio.

-Vamos, que nos enfrentamos a una guerra sin precedentes en la que desconocemos a nuestro rival.

-Eso parece. Tenemos que reunir urgentemente al Consejo e informar a todos nuestros aliados a lo largo del continente. Quiero proponer enviar emisarios para negociar con nuestros enemigos.

-¿Y cómo vamos a enviar emisarios para negociar con un enemigo que no sabemos dónde está?

-Nosotros no lo sabemos, pero sus mascotas sí lo saben... solo tenemos que conseguir que nos lleven con ellos de vuelta a su lugar de origen, de modo que podamos establecer contacto con sus amos.

-OK. Pero debemos ser muy cuidadosos. Tal vez nuestros rivales sean más poderosos que nosotros si han sido capaces de llegar hasta aquí sin que nosotros sepamos nada de ellos. Lo más probable es que nuestra mejor opción sea tratar de buscar cualquier tratado de cooperación con ellos, aunque sea a costa de compartir parte de nuestro ganado e incluso parte de nuestras tierras. Tal vez así consigamos establecer embajadas en sus territorios que incluso nos lleven en el futuro a trabajar conjuntamente en el control común de su territorio y el nuestro.

 

Dominio global

-¿Quién iba a decir que la llegada de esas bestias de ultramar iba a darnos la oportunidad de conocer a otro tipo de seres tan inteligentes como nosotros y que habitan nuestro mismo planeta?

-Sí. Y que además iban a ser seres cooperativos. Ha sido una suerte que entre las tres especies hayamos podido llegar a un pacto de colaboración para compartir todos nuestros territorios, buscando las zonas más interesantes para cada una de nuestras especies. Jamás pensé que pudiéramos expandir tanto nuestras tierras. ¡Esto será el mayor éxito de nuestra especie!

-A este ritmo de crecimiento vamos a colonizar el planeta completo en solo uno o dos siglos.

-Sí, y eso es lo que más me preocupa. Después de tanta expansión... ¿qué objetivo tendremos cuando no podamos expandirnos más?

-Pues habrá que aprender a buscar nuevos planetas, ¿no?

-Sí, así me gusta, que tengas buen sentido del humor...

 

Actualidad

-Por fin lo hemos logrado. Este año hemos conseguido una masa total de nuestra especie de más de mil millones de toneladas. Incluso estamos superando a nuestras dos especies amigas con las que llevamos colaborando durante los últimos cinco siglos.

-Sí, es verdad, el trigo y el arroz están en poco más de setecientos millones de toneladas.

-Ya podemos afirmarlo sin miedo. Aunque nuestros comienzos en los valles de México hace miles de años fueron duros, ahora somos la especie dominante del planeta.

-¡Larga vida al maíz!

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