Su jefe lo amenazó con que, si se negaba, la policía se enteraría y pasaría el resto de su vida en la cárcel.
¿Para qué?
Por la inocencia. La evidencia sería planteada.
No termina ahí: su hija sería expulsada de la universidad, su esposa perdería su trabajo.
No podía negarse, tenía que volar a Próxima.
Sabía que nunca volvería a ver a sus seres queridos. Y no podían perdonarle esta decisión.
Si tan solo supieran...
Se preguntó por qué lo habían tratado con tanta crueldad. No recordaba que intimidaba a su jefe cuando estaban en la escuela.