-No quiero sufrir -exclamé rodeada de llamas.
Mi casa se estaba quemando, y en un momento, yo también lo haría.
Concéntrate: escuché la voz del maestro del juego en mi cabeza.
Ni siquiera sé si existes -pensé, retirándome de las llamas.
Deja que tu mente se aleje de la realidad.
Es fácil para ti decirlo.
Es solo una ilusión. No quemarás, solo la información sobre ti. El alma es información y se ocupa del software. Solo apaga la conciencia
¡Uf, funcionó, me desmayé!
Dejé mi cuerpo y me desconecté del juego.