Bienvenidos al número 11112 de Sci-FdI. En esta ocasión queremos plantearles un reto: ¿Por qué nuestra portada está formada a partir de otras nueve portadas? Tal vez piensen que el único motivo es que somos un poco vagos y no hemos querido hacer una nueva ilustración. La verdad es que no les faltaría razón en cuanto a nuestra naturaleza perezosa. De hecho, no se extrañen si alguna vez ponemos una portada completamente en blanco con la excusa de que así el lector podrá imaginarse la portada que más le guste. Ahora bien, hay un motivo adicional, y es que el número F16 tiene muchas propiedades interesantes. Por ejemplo, 1+2+3+4+5 es un número triangular, pero también es un número hexagonal. Esta última propiedad nos ha llevado a incluir seis contenidos en el número actual, mientras que otra propiedad (que desvelaremos en el siguiente número de la revista) es la que nos ha llevado a nuestra portada de portadas. Piensen, piensen, usen el P15 de su cerebro...
[Seguir leyendo] EditorialTom Porta iba a matarse.
Tom Porta iba a morir.
Tom Porta iba a verse morir.
Cuando salió de su casa y se despidió de su mujer no dejó de invadirle cierta preocupación, aunque todo fuera a mejorar tras su muerte.
[Seguir leyendo] Mátese y viva para contarlo¿A quién hablo? Hubo un tiempo en que los hombres dialogaban entre sí, comunicaban, discrepaban en nimiedades y asuntos vitales. En cierto sentido no converso sino conmigo mismo, y en eso no soy diferente de los hombres de esta era, cada uno en su montaña, recogido sobre sí, bajo la burbuja transparente de su armadura. Pero yo aspiro a componer una ruptura, y por eso hablo sólo para mí, pues ¿quién habría de romper la coraza que trabajosamente ha segregado de sí mismo? Quizá esta promesa de un quiebre es precisamente el punto de partida del encierro: cada quien propone romper con el aislamiento, y es allí que se queda solo. Así es como yo, Arciball Pallatus VII, reputado transofista y mutafísico, no tomo de testigo sino al viento y no hago de mis reflexiones sino las conversaciones de un testículo parásito.
[Seguir leyendo] Conversaciones del testículo parásito«Podemos conducir por ti»
Campaña de publicidad de Omega circa 2036
La rebelión comenzó cuando un hombre, trajeado, medio adormilado aun, alto ejecutivo de la City que tenía una importante reunión a las ocho, otra a las nueve y así sucesivamente, salió despedido por el parabrisas. Su cuerpo se encontró con la fachada de un edificio. Incapaces de ocupar el mismo espacio de forma simultánea, la pared lo detuvo. Medio segundo después, llegó el coche, impelido por una fuerza que parecería mágica si no fuese, tan solo, una tecnología altamente avanzada. Así, aunque el hombre conservaba algo de vida entre la masa de carne, vísceras y huesos que ahora era, el vehículo se encargó de ponerle fin a su sufrimiento. Ni la ambulancia que llegó seis minutos después pudo hacer nada, menos aún ningún otro individuo que viajase por la zona. ¿Quién se iba a bajar del coche?
[Seguir leyendo] El conductorNo es sencillo crecer sin poder comunicarte de manera normal. De bebé, mi incapacidad para hacer saber a los demás cuándo estaba incómodo o cuándo me encontraba en una situación de peligro casi me costó la vida más de una vez. Mis padres tuvieron que instalar una cámara con detección de movimiento en mi habitación. Cuando me agitaba, la alarma se disparaba. Cuántas falsas alarmas, cuántas noches sin dormir pasaron por mi culpa.
[Seguir leyendo] El superpoder
«La conciencia es el producto del fenómeno de una coherencia cuántica en el cerebro»
Stephen Hawking
«La red de microtúbulos dentro de la red neuronal
es el escenario donde se desarrolla
el drama cuántico de la conciencia»
Stuart Hameroff
«Los mundos posibles, en el sentido de los universos paralelos de Wheeler, Everett y otros, están dentro del cerebro, en un estado de latencia conocido como superposición cuántica»
G.G.Globus
(Contiene spoilers)
[Seguir leyendo] La decoherencia de CoherenceSeré sincero, cuando con 8 años leí mi primer "libro de mayores", ya tenía claro que iba a dirigir mi futuro profesional hacia la Informática. Se trataba de "Yo, Robot" de Isaac Asimov.
Antes de aprender a leer, disfrutaba dándole la tabarra a mi padre para que me leyera una y otra vez "De la Tierra a la Luna" de Julio Verne. Efectivamente, la profesión de astronauta entraba también en mis expectativas laborales.
[Seguir leyendo] Cuando la ciencia ficción toma las aulas