Año 2020. La mutación de un virus hace que comience a transmitirse a gran velocidad entre los humanos, causando la muerte de miles de personas a medida que se expande por todo el planeta. Gobiernos de distinto signo comienzan a aplicar medidas de confinamiento. Las calles se encuentran vacías y los hospitales llenos. Desgraciadamente no es el comienzo de uno de nuestros relatos, ni de una de las películas de estreno actuales. En este caso es la propia realidad que nos rodea y a la que se enfrenta actualmente buena parte de la población, con un personal sanitario completamente volcado en la atención a los infectados, a sabiendas del riesgo que corren.
[Seguir leyendo] EditorialPara el aficionado incondicional a la ciencia ficción, el año 1920 destaca especialmente entre las efemérides asociadas al género, al marcar el centenario del nacimiento de Isaac Asimov, una de las figuras que han tenido mayor repercusión, difusión e influencia en la literatura de ciencia ficción.[1] En este contexto, el nombre de Asimov se asocia de forma natural con una de las corrientes más características de la literatura de anticipación, los robots. Aunque la idea de entes mecánicos o mecanizados es anterior a Asimov y a la propia ciencia ficción,[2] le corresponde a él el mérito de haber conferido a la noción de robot una relevancia literaria y técnica propias, a la vez de intentar sistematizar e incluso proponer pautas de comportamiento que, en un futuro indeterminado, pudiesen servir como base de una programación eficiente y segura de máquinas autónomas dotadas de una capacidad de aprendizaje y asimilación. El desarrollo del "cerebro positrónico" es la materialización física del deseo de un intelecto artificial con todas las características creativas e intelectuales humanas, pero desprovisto de sus vicios y defectos, que son rigurosamente descartados mediante la aplicación de tres leyes, que forman el decálogo de la psicología robótica.
[1] Mencionamos que es también el centenario de otros autores de primera línea como Ray Bradbury, Daniel Galouye, Sam Moskowitz o Frank Herbert, entre otros.
[2] Ya los mitos griegos incluyen criaturas artificiales que podrían considerarse como robots. Como ejemplos más modernos cabe citar el famoso autómata de San Alberto Magno o el tétrico Golem del Rabbi Löw.
[Seguir leyendo] Cien años de robótica en la Ciencia Ficción
-Buenos Días. Como pueden ver, hoy nuestro programa lo emitimos directamente desde el Cementerio de los Padres Fundadores, donde mañana tendrá lugar el mayor acto de homenaje de la historia de nuestro planeta. A estas alturas seguro que a nadie se le escapa que mañana será el día en el que nazca la Dra. Isabel Pérez, nuestra querida fundadora. Tal y como hemos aprendido todos en nuestra infancia, Isabel nacerá a las 16:42 del 27 de mayo de 2007 de la era terrestre. Por dicho motivo, nos encontramos en estos momentos aquí, junto a su tumba, con los profesores Smith y Wang, para que nos ayuden a comprender mejor su obra. Dr. Wang, le confieso que por mucho que lo he intentado nunca he sido capaz de entender la teoría isabelina. ¿Podría tratar de explicarla de la forma más simple posible?
[Seguir leyendo] El día de la fundadoraJaime ahorró por seis meses el dinero suficiente para hacerse con una terapia para oficinista. Al recoger el modelo en la tienda, descubrió un increíble hecho: el tremendo parecido que tenía con el original. Existían algunos detalles sin acabar pero, como había dicho el encargado de la tienda, era parte del proceso.
Encendió la luz del sótano y lo encontró en el suelo, revolcándose, como un cerdo en su lodo. Tenía los pantalones sucios y un hilo de saliva escurría por su boca. Un olor nauseabundo golpeó con fuerza la nariz de Jaime. Exclamó:
[Seguir leyendo] Flujo y reflujoVale, empecemos recordando la primera vez que vi cómo una voz venía a la vida. Su suave timbre me entró por las orejas y allí estaba: Llais. Soy demasiado viejo, por lo que he vivido en una época en la que esto hubiera sido mágico. Pero, incluso para gente como yo, después del uso compulsivo que hemos hecho de los mismos, la encarnación de una voz es algo tan natural como un atardecer.
[Seguir leyendo] Conoce a tu Llais-¿Nicolás?
-El sol está a 149,6 millones de kilómetros de la Tierra.
-Gracias, Nicolás. Te lo acaba de decir tu madre, ¿verdad?
Nicolás dudó por un momento. Luego negó enérgicamente con la cabeza.
La profe suspiró profundamente. Se le ocurrió preguntar al niño qué era un kilómetro, qué era ciento cuarenta y nueve, o qué era coma. Se le ocurrió preguntarle cómo un niño vestido con un baby podía saber esas cosas. Pero la culpa no era suya.
[Seguir leyendo] La profeTodos los sábados por la mañana se celebra un mercadillo en la zona del Centro Plaza y de la plaza de toros de Nueva Andalucía. Hay puestos de zapatos, de ropa playera, de flores, de cerámica, de alfombras, de bisutería, de bolsos... Casi como en los otros mercadillos. El de los lunes en Las Albarizas, y el de los jueves en San Pedro. Pero no hay puestos de verduras y de frutas como en esos. En su lugar hay puestos de antigüedades, de sombreros de señora para bodas, de pintores, de elaboradas artesanías...
[Seguir leyendo] El vendedor de recuerdosTras nueve días de una calma casi cenobítica, una sacudida metálica y veinte centímetros de polvo y ceniza irrumpen en el búnker como napalm sobre un campo de trigo. Las placas de manganeso y hormigón de la puerta acorazada gimen al abrirse y gruñen al cerrarse, expectorando pequeñas astillas estriadas; tanto el sensor de movimiento como el interruptor de apertura automatizada entraron en coma hace tanto tiempo que ya es imposible recordar la época en la que había que seguir el protocolo de esterilización antes de penetrar entre los neones parpadeantes de esa porción de oasis en la que siguen existiendo la carne de perro y las pastillas rehidratables de cerveza.
[Seguir leyendo] EsporasDaniel Sampaio despertó irritado, la cama humedecida por su mismo sudor le causó una repentina repulsión. Una especie de pesadilla parecía seguir poseyéndole aun en su vigilia, o al menos eso creyó por algunos instantes, sentirse desplazado hacia algún limbo era lo más cercano a un sinónimo para aquella situación; luego y todavía exasperado, se estiró con brusquedad liberando su cuerpo de cualquier roce calórico, entonces retirando con efusiva habilidad el pasador de la reforzada ventana, la abrió por completo. Una cortina de polvo llovió sin cesar hacia las entrañas del hogar, y entre ella, un despejado cielo apenas lograba discernirse, como motas brillantes y finísimas, las estrellas gorgoteaban insignificantes tras aquel velo plomizo.
[Seguir leyendo] La cosaSoy el tripulante 90382 de la Nave Asaru.
Este nombre significa "Luz de los Dioses", aunque no podría asegurarlo.
Aún desconozco mi forma, idioma, aspecto, si soy vegetal, animal o mineral; aunque tengo la extraña certeza de saber en qué consiste mi misión:
Comprobar los niveles de potencia en los motores y realizar los reajustes necesarios. Por tanto, en resumen, no soy importante.
[Seguir leyendo] VirtualLa siguiente parada fue en Aromis-17, un pequeño mundo de características crepusculares bastante alejado de su sol. Según el científico Merkosian allí estaba radicada una raza interesante. Norstad conocía bien a su oficial y sabía que si él utilizaba la palabra "interesante" era porque se trataba de algo digno de verse en aquellas inmediaciones.
[Seguir leyendo] Revelación