Los días 27 y 28 de septiembre la Fundación Ramón Areces acoge Views2, el segundo Encuentro Internacional de Políticas de Desarrollo, dedicado en esta ocasión a la lucha contra la desigualdad en el marco de la agenda 2030 de desarrollo sostenible. El encuentro está organizado por la Fundación Mujeres por África, la Fundación Ramón Areces y la Universidad Complutense de Madrid.

En la inauguración del Encuentro, María Teresa Fernández de la Vega, presidenta de la Fundación Mujeres por África, informó de que en 2013 "comenzó este foro para reflexionar sobre los temas que marcan este tiempo, que es un cambio de época caracterizado por la incertidumbre".

Según Fernández de la Vega, "la aldea global se ha hecho realidad y el mundo se ha interconectado para hacer copartícipe a la humanidad de los mismos problemas", y eso es algo que ha estado vedado a los que han habitado este planeta en "los últimos 30 siglos".

Y en esa interconectividad surge el concepto de la igualdad, "que ha sido el principal pilar que sostiene, ya desde Atenas, un sistema democrático". Reconoce la presidenta de la Fundación Mujeres por África que hoy en día se publican infinidad de estudios y ensayos sobre la materia, pero ese interés no se corresponde con una "batalla ideológica planteada contra la igualdad. Es decir, se habla mucho de ella, pero se hace poco para reducirla".

Insistió Fernández de la Vega en la idea de que "la igualdad es la única argamasa para formar una sociedad", y en que "no hay mayor indecencia democrática que la maniquea utilización de las diferencias para recortar derechos humanos a las personas por muy diferentes que sean".

Por supuesto, en esa desigualdad está la creada entre hombres y mujeres, "que ha sido el fruto de un sistema social llamado patriarcado que ha dado al hombre el papel primordial y a la mujer el papel subordinado". Recordó Fernández de la Vega, que "según el FMI, el 90% de las naciones tienen al menos una ley que discrimina a las mujeres".

El rector de la UCM, Carlos Andradas, considera que las universidades no pueden permanecer ajenas ante un problema de alcance mundial, como este de la desigualdad. La UCM, en concreto, contribuye "con la investigación, con la formación rigurosa de los estudios en esa materia y con la formación en valores". Con todo ello se busca concienciar tanto a "la población como a la clase política".

De acuerdo con Andradas "el mero desarrollo económico ya no basta", y hoy en día es fundamental analizar los efectos que tiene ese desarrollo tanto en la naturaleza como en el reparto justo y equitativo de la riqueza. De esa preocupación nació el concepto de desarrollo sostenible, que incluye las nuevas exigencias surgidas de la nueva conciencia social y medioambiental.

Según Andradas, la agenda 2030 es el compromiso de los Estados para poner freno a la pobreza y el hambre de aquí a 15 años, así como para promover la igualdad entre los géneros y empoderar a la mujer. Los datos ratifican que en los países de la OCDE ha aumentado tanto la desigualdad económica como de género y "tras Chipre, España es el país de la OCDE donde más ha crecido la desigualdad desde el principio de la crisis". Es así porque los salarios de las clases más altas han aumentado, mientras que las clases más bajas trabajan por sueldos cada vez más bajos o viven desempleados constantemente.

De acuerdo con Andradas, "la desigualdad mata y además retroalimenta un círculo vicioso que resulta fatal para el crecimiento económico". Y es que, como opina Raimundo Pérez-Hernández, director de la Fundación Ramón Areces, "no hay futuro con desigualdad".

Añade Pérez-Hernández que apoyan la causa de la Fundación Mujeres por África, porque "es noble, digna y merecedora de solidaridad, ya que representa la lucha contra la injusticia, la desigualdad y la falta de libertades". Mientras que el rector de la UCM, Carlos Andradas, ratifica el compromiso de "esta universidad para seguir colaborando en una iniciativa como esta que contribuye a un mundo mejor".

María Teresa Fernández de la Vega cree también que la lucha por la igualdad hay que hacerla desde el espacio público y no desde "fundaciones filantrocapitalistas que no rinden cuentas ante nadie". Y es así, porque "nuestro mayor problema no es el mercado que provoca desigualdades, sino los valores maltratados, ya que se usurpa la voluntad a los pueblos por parte de poderes que no rinden cuentas ante ellos".

Reconoce Jesús Manuel Gracia Aldaz, secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, que "el mundo es desigual y no existen las mismas oportunidades para todos", pero incluso así considera que hay motivos para el optimismo. Según él, hoy estamos mucho mejor que en el año 2000 con "más de 1.000 millones de personas que han salido de la pobreza, con un incremento en la escolarización, con un posicionamiento mejor de la mujer y con un mayor respeto por el medioambiente".

Considera Gracia Aldaz que incluso hoy "se puede conseguir el hambre cero y acabar con la pobreza en el mundo", aunque eso sí, para eso hace falta que haya cambios importantes, porque "ahora estamos atascados y no se discuten políticas, sino que se está discutiendo de política".