Por tercer año consecutivo, la Facultad de Filología ha querido celebrar por todo lo alto el Día Mundial de la Poesía, declarado por la Unesco cada 21 de marzo. Son, como resume el coordinador de la jornada, Sergio Santiago Romero, cerca de 40 actividades distintas en las que participan directamente más de un centenar de personas, y a las que, como añade José Manuel Lucía Megías, el director de la celebración, están invitados todos los universitarios y la sociedad en su conjunto. En esta ocasión la figura central de la celebración es Gloria Fuertes, la poeta que este año cumpliría el siglo de vida "con pluma y no con plomo": "Pluma,/ pluma mía. / Herramienta heredera de trabajo. / ¡Arma de paz! / ¡Tijera corta rayos! / ¡Corta penas! / Pluma de servidoras / de malas hierbas podadora, / de potentes venenosos sarmientos / podadora, / en manos / de este pájaro loco desplumado / que aún aletea por mi blusa... // Ya no queda más que ésta mi pluma, / No ataca, se defiende. /¡Con pluma no con plomo! / Cariñoso utensilio violento / Porque os doy con mi pluma en la cabeza.
La Facultad de Filología, como subraya el decano Eugenio Luján -que inauguró en el Paraninfo las actividades a las 9 de la mañana junto a José Manuel Lucía y Sergio Santiago- , es "uno de los lugares donde por naturaleza tiene que cobrar especial impacto esta celebración". Y es que durante un día "la Facultad se convierte -habla Lucía Megías- en un lugar de encuentro entre lo que estudiamos, lo que deseamos y lo que escribimos". "Tras tres años ya podemos decir -considera Sergio Santiago- que hemos logrado lo que nos proponíamos, que es algo que se resume en dos palabras: generar espacio. Y lo hemos hecho en tres espacios: para la comunidad universitaria, para la poesía y para la vida, para las personas que están detrás de las palabras".
Tras la inauguración y antes de los poemas, en el Paraninfo suena la música de Mozart. Fuera, en el vestíbulo, comienzan a fluir los versos. Lo hacen en voz baja, susurrante. La compañía de teatro Theomai, de la Universidad Carlos III, ha dispuesto parejas de sillas, en unas están sus miembros y a la otra invitan a quien se acerca. Una vez están sentados, los actores recitan al oído versos de Gloria Fuerte. "Es una experiencia que te deja temblando", afirma el director del Día de la Poesía UCM, el profesor Lucía Megías, visiblemente emocionado.
A pocos metros de allí, en la sala de juntas, la profesora María R Manrique habla a los estudiantes que se han apuntado al taller poético teatral "Plath/Sexton: poesía, cuerpo escena". Les pide que se emocionen y les plantea ejercicios para lograrlo. Quieren que dejen a un lado sus miedos o vergüenzas y se abran en busca de sus sentimientos. También de sentir, de ayudar, de hacer posible que los que más lo necesitan encuentren colaboración, trata el Mercadillo de Libros Solidarios que se ha montado también en el vestíbulo de la Facultad, organizado por la asociación Trabajadores Sociales Solidarios.
Todo esto solo es el comienzo. El programa incluye más, mucho más: poesía alemana, gallega y china; música, pintura y hasta códigos de programación que se convierten en versos; recitales, por supuesto; clásicos, noveles y vanguardistas... Y más Gloria Fuertes. En la Biblioteca María Zambrano se inaugura hoy una exposición sobre su vida y su obra; sobre su parte más "seria" y sobre la que la hizo popular en la España de los 70 y 80, aquella dedicada a los niños y niñas, aquella que hizo que muchos de ellos se acercaran por vez primera en su vida a la poesía: Cu-cú, cantaba la rana; / cu-cú, debajo del agua."// Cu-cú, asomó la cabeza. / Cu-cú, quería cerveza. // Cu-cú, pasaba un tendero. / Cu-cú, vendiendo carero. // Cu-cú, yo quiero lentejas. / Cu-cú, comida de viejas. // Cu-cú, yo quiero rosquillas. / Cu-cú, comida de pillas. // Cu-cú, yo quiero galletas. / Cu-cú, valen dos pesetas. // Cu-cú, ¡qué vida tan cara! / Cu-cú, me meto en el agua. Claro queda que no solo eran versos para los más pequeños.
