En el año 2011, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en colaboración con la Fundación ONCE y la Fundación Repsol, pusieron en marcha el programa "Campus inclusivos, campus sin límites". Fernando de Hipólito, subdirector adjunto de Formación del Profesorado Universitario y Atención a los Estudiantes de dicho Ministerio, informa de que este programa, en el que este año participan 16 universidades, está destinado a estudiantes de secundaria y obligatoria y bachillerato, con el objetivo de incrementar la presencia activa de personas con discapacidad en la universidad e implicar a las universidades en su permanencia en el sistema educativo. En la presentación de esta edición del programa, en la que participa por primera vez la Universidad Complutense, el rector Carlos Andradas reconoce que "el reto de la aceptación de la diversidad y la inclusión es uno de los objetivos estratégicos de este equipo rectoral y de los anteriores". Quiso dar las gracias Andradas a Esteban Sánchez Moreno, delegado del Rector para la Diversidad y Medio Ambiente y a los colegios mayores que nos permiten acoger y alojar a los estudiantes, especialmente al Colegio Mayor Santa Teresa de Jesús".
En el salón de actos de ese Colegio Mayor, su directora Almudena Cabezas informó de que se encuentran "a la vanguardia de la diversidad, que es un plus, que nos aporta a todas y no es algo a incluir porque nos los mandan las políticas y las buenas formas".
De acuerdo con Cabezas, "la diversidad nos enriquece y nos aporta para ser mejores, así que sólo queda pedir un esfuerzo sostenible y sostenido para que este sea un campus de estos futuros estudiantes, porque les necesitamos a todos para hacer un mundo más bello, un mundo mejor". También Andradas confía en que los estudiantes del programa se encuentren tan bien aquí estos días que "quieran volver para continuar aquí sus estudios universitarios".
Gonzalo Vázquez, director del área institucional de la Fundación Repsol, considera que el hecho de que diferentes instituciones formen parte de este proyecto "es muy significativo, porque es señal de que es un asunto que requiere muchas perspectivas". Según el representante de la Fundación Repsol, todas las instituciones implicadas "han puesto al servicio del proyecto la experiencia y el conocimiento, pero también cierta valentía y generosidad".
Confiesa Vázquez que de la Fundación Repsol son "solidarios por egoísmo, por querer lo mejor para nuestra propia casa". Carlos Andradas afirma que en la Universidad Complutense también lo hacemos por ese mismo egoísmo, pero sobre todo porque "es lo que hay que hacer, nos corresponde como institución pública el trabajar porque cada vez seamos un espacio más inclusivo y donde todos podamos desarrollar al máximo nuestras capacidades".
Añade Vázquez que "cuando un chaval no va a la universidad es especialmente injusto sobre todo si no lo hace porque haya una barrera física o por el propio prejuicio de qué pinto yo aquí". Ese prejuicio, de acuerdo con Vázquez es algo que "debemos desintegrar, porque la educación es el único ascensor social que está libre de privilegios, sólo vale tu talento y tu esfuerzo". Con respecto a eso, el rector Andradas señala que "hay que luchar contra las barreras invisibles de tipo social y cultural, ya estén fuera o dentro de cada uno". De acuerdo con el rector, son fundamentales estas iniciativas conjuntas que permiten trabajar en nuestros campus, porque "no podemos permitirnos el lujo de desperdiciar ni un solo talento de los que tenemos en nuestro país, queremos que cada uno llegue hasta el máximo de sus capacidades".
El representante de la Fundación ONCE, José Luis Martínez, informa de que en el año 2011 se creó este programa porque "se vio que las personas con discapacidad, a pesar de tener un buen expediente académico en secundaria, luego no accedían a la universidad, así que el propio ministerio pensó que había que acercar a esos estudiantes para quitar los miedos y el proteccionismo familiar, y también para conseguir que la universidad supiera cómo adaptarse".
En la actualidad, según los datos de Martínez, "unos 180.000 chicos y chicas con discapacidad están matriculados en el sistema educativo y de ellos menos de 20.000 llegan a la universidad, por debajo del porcentaje de otros países". A pesar de eso, "nos animan otros datos, como que un 93% de los que han participado en el campus inclusivo luego han formado parte de la vida universitaria de alguna manera". Tiene claro el representante de la Fundación ONCE que "sólo desde una universidad inclusiva tendremos una sociedad mucho más justa y grandes profesionales que enriquezcan a este país".
