El Consejo Europeo de Investigación (ERC) fue creado en 2007 y forma parte del Séptimo Programa Marco de la Comisión Europea. Uno de sus programas es el Starting Grants, que tiene como objetivo estimular la excelencia científica en Europa, apoyando a los investigadores más prometedores, con un promedio de 34 años de edad.
Ese es el caso de Iván López Montero, investigador de la Universidad Complutense que ha conseguido una de las 14 starting grants que se han concedido a España este año. Asegura que el hecho de habérselo dado a él es un claro ejemplo de que el ERC apuesta por ideas, ya que tiene "un currículum competitivo, pero otros con mejores currícula no han sido financiados".
Para López Montero, ha sido todo un "desahogo, porque en los tiempos que estamos es difícil poder formar un grupo y es una oportunidad para poder hacer planteamientos que con una financiación menor son díficiles de abordar. Con 1.378.000 euros es más fácil abordar nuevos sistemas y métodos experimentales".
El contrato que tiene actualmente se le terminaba en diciembre de 2013 y entre las opciones que barajaba estaba emigrar a Francia, donde ya tiene contactos por haber realizado allí el doctorado. Gracias a la starting grant, López Montero no engrosará la fuga de cerebros de nuestro país.
Una gran responsabilidad
López Montero tiene claro que una gran financiación conlleva una gran responsabilidad, porque supone empezar desde cero, montar un laboratorio y contratar a investigadores. Es una responsabilidad personal, pero también ante la sociedad y la comunidad científica, porque "en este oficio hay una evaluación constante y con tanta financiación se esperan grandes resultados".
La filosofía del programa es financiar ideas excelentes a investigadores excelentes y ofrecer una oportunidad de crear una propia línea de investigación independiente. Como explica López Montero uno escribe el proyecto pensando desde el principio lo que va a necesitar, incluido el número de científicos que van a formar el grupo de investigación creado. En este caso concreto, López Montero piensa contratar a cinco personas para que estén con él en un laboratorio que se va a crear desde cero en unos espacios cedidos por el Departamento de Química Física I.
El starting grant supone cinco años de financiación. Cada año y medio hay una evaluación económica y a mitad de proyecto una evaluación científica.
El objetivo
Durante ese tiempo, el grupo de López Montero buscará crear sistemas artificiales inspirados en los ya existentes en sistemas biológicos para hacerlos interactuar con células con fines terapéuticos. Más en concreto, se trata de crear alternativas "terapeúticas para las enfermedades mitocondriales, las cuales producen un déficit energético en las células de nuestro cuerpo".
Esta investigación parte de la línea de estudio del profesor Francisco Monroy, con el que ha trabajado López Montero desde 2006 en el grupo de Mécanica de Membranas Biológicas y Bio-Reología. Desde entonces han investigado la mecánica de sistemas membranarios y han desarrollado nuevas técnicas de producción de dichos sistemas. A partir de ahí, López Montero ha enfocado su proyecto en problemáticas biomédicas.
Bagaje
Iván López Montero se licenció en Físicas en la Universidad Autónoma de Madrid y luego hizo su doctorado en París en Biofísica Molecular y desde su primer postdoc está adscrito a la Complutense con el grupo del profesor Monroy. Aunque hacer el doctorado en el extranjero pueda parecer un camino alternativo, él mismo asegura que "en el mundo en el que vivimos hoy, la movilidad es necesaria a nivel formativo y además un elemento de evaluación de las starting grants es haber demostrado tu capacidad científica en ambientes muy diferentes".
Sin miedo a presentarse
Para optar a las starting grants hay que hacerlo a título individual con un proyecto que esté respaldado por una institución que apruebe unos presupuestos y se comprometa a dar las facilidades al investigador en caso de que la consiga. Este ha sido el caso de la Universidad Complutense.
López Montero es solamente el segundo complutense en obtener una starting grant desde que se creó el programa, así que anima al resto de investigadores de nuestra universidad a presentarse. Eso sí, ya avisa de que hace falta trabajar duro para lograrlo, o al menos él ha trabajado muy duro.
El investigador asegura que no hay que tener miedo a presentarse, incluso si no se tiene un nivel muy bueno de inglés a la hora de la entrevista. Tiene claro que eso no penaliza y que lo importante es tener las ideas científicas muy claras. López Montero se pasó meses leyendo bibliografía sobre el tema y contrastando la propuesta con expertos para conseguir un proyecto original e impecable, incluidas las respuestas a posibles preguntas del tribunal evaluador". El esfuerzo ha valido la pena.