El autor propone un modelo de análisis literario del texto poético, partiendo del supuesto de que la poesía merece un punto de vista distinto al de la narrativa. En efecto: al poeta se le "aparece" una forma de ver el mundo, la ¾para él¾ distante realidad, y debe plasmar en palabras esa visión "aparecida", distorsionada, de la realidad. Esa trasformación que la realidad ha sufrido y que el poeta verbaliza en el poema se debe, según el autor de esta propuesta, a la "mirada oblicua" que todo poeta dirige hacia esa realidad. El autor propone una "cuantificación" de la intensidad de la mirada "oblicua".