Spotifay es una empresa sueca que ofrece un servicio de música en streaming, es decir, nos permite escuchar toda la música que queramos sin necesidad de descargarla. Podemos elegir entre la modalidad gratuita, que se financia con publicidad, o la Premium, que nos permite acceder a los contenidos sin publicidad y desde un dispositivo móvil, a cambio de una cantidad en concepto de suscripción. La idea es, que lo que una minoría de usuarios paga por un valor añadido, sirva para que la mayoría disfrute de música gratis, aunque con publicidad. Parece que la fórmula puede ser rentable con sólo un 5% de usuarios suscriptores.
Dicen sus responsables, que es una alternativa interesante a las descargas ilegales, porque permite escuchar música gratis, o pagar por ella de forma sencilla y segura.
Además permite la interacción con redes sociales como Facebook, y la posibilidad de compartir y recomendar canciones a los amigos.
Si para la música funciona este modelo, ¿podría funcionar también para el mercado editorial? Pronto lo sabremos, porque la empresa española 24symbols, prepara en la actualidad una plataforma similar, pero para libros.
El proyecto llega en un momento clave, pues como leíamos hace poco en la prensa:
"La tableta da alas al libro pirata" Con la difusión de los dispositivos lectores, y sobre todo de las tabletas tipo i-Pad, la piratería de libros digitalizados, ya representa un 35% del mercado.
El modelo Spotify, incluiría un catálogo amplio de libros, al que se podría acceder desde cualquier dispositivo conectado a Internet, gratis aunque con publicidad. Los usuarios podrán también compartir lecturas, comentarios y sugerencias en las redes sociales. La primera fase del proyecto podría estar lista en diciembre.
La idea es muy atractiva, pero a los bibliotecarios nos provoca una cierta desazón: ¿Vendrá alguien a las bibliotecas cuando prácticamente todo, esté en Internet de forma libre y gratuita, a pesar de la publicidad?
Éste es un momento clave para replantearse los "valores añadidos analógicos" que la biblioteca pueda ofrecer. Para empezar se me ocurren sus posibilidades como lugar de encuentro físico entre las personas, algo que nunca nos darán las redes sociales. Se admiten sugerencias.