Ayer celebramos en el campus la primera jam session de poesía, y todos nos fuimos con las ganas de que no fuera la última.
Agradecemos a María Luisa García Ochoa, por habernos traído al campus a Carlos Salem, que vino bien acompañado, por un grupo de participantes habituales de las jam de los Diablos azules: Batania, el Cable Azul, Javier Javier...
Para que entendáis mejor nuestro buen sabor de boca, os explicaré qué es una jam session y quiénes son esos Diablos azules.

Internet y los blogs han revolucionado la forma tradicional de entender la literatura. Ya no es necesario ser "alguien" para ser leído. La Literatura en grande sigue existiendo, los editores siguen consagrando talentos y salvando del magma de la multitud a unos cuantos elegidos. Ya sabemos que no todo vale, y que siempre habrá buena y mala literatura, pero eso no impide a nuestro bloguero favorito alegrarnos las mañanas con unos versos recién hechos, o un relato tan crujiente como las tostadas del desayuno. Cualquier persona puede sacar el tiempo y las ganas necesarias para mirarse por dentro e intentar expresar lo que ve. No soñamos con ser famosos, basta con saber que alguien recoge tu mensaje y lo comprende.
En una jam session todo el mundo es igual, no hay mejores ni peores poetas, todos leen y a todos se les escucha. Es como un blog sin Internet. Sin cables ni electricidad, sólo nos queda la forma más simple que tenemos de comunicarnos, y también la más antigua: nuestra propia voz. Se trata de un órgano que tenemos atrofiado a fuerza de no usarlo: solemos escribir para ser leídos en silencio, pero las palabras no suenan igual en la cabeza que en el aire. El resultado final es siempre distinto, siempre nuevo. Hay que dejar la timidez aparcada y atreverse; es divertido y adictivo. Si ya dejamos que todos nos miren y nos lean en Internet, ¿Por qué no hacerlo cara a cara, en un medio más natural y más cercano?
Si he convencido a alguien con toda esta perorata, y no quiere esperar a la próxima jam del campus, le animamos a acercarse cualquier martes por la noche a Los Diablos azules (Apodaca, 6) y a participar en una de las sesiones de "Se buscan poetas".