Ya antes de la crisis éramos conscientes de que la forma tradicional de entender la política, el periodismo, la sanidad o la educación estaba obsoleta. Internet ha puesto al alcance de todo el mundo la información necesaria para  que, aunque sigamos apreciando la labor de los profesionales, el papel de los receptores sea cada vez menos pasivo. Las Webs sociales han demostrado, que de la interacción horizontal entre las personas se pueden esperar unos resultados espectaculares, con coste cero. El hacker no busca trabajar a cambio de dinero, lo hace por la satisfacción de que su actividad sea útil a la comunidad.

En estos momentos, la crisis nos fuerza a renovarnos. La sociedad no puede permitirse mantener instituciones obsoletas. Es el momento de repensarse y de aplicar las recetas que están en el ambiente desde hace años.

Con este espíritu desarrollaron Alejandro Piscitelli y el proyecto Facebook y la Posuniversidad.

No se trata de utilizar Facebook como una herramienta de educación, sino como entorno para ejercitarse en la nueva lógica y el nuevo lenguaje, que están modificando constantemente la forma de aprender.

El nuevo profesor debería tener más de tutor y de coach, que de experto en una materia. También debería ser un facilitador de comunidades, community manager, encargado de canalizar los efectos del grupo y de motivar la participación. La Web nos ha enseñado que aprender es una actividad social, formar parte de comunidades de personas, que además de conocimientos, nos transmiten unos valores y una cultura.

Existe una interesante iniciativa de cursos abiertos, los MOOC (cursos masivos y abiertos online), que utilizan la Web como plataforma de fuentes de información, entorno colaborativo y espacio de autopublicación. El contenido del curso no tiene un programa cerrado, sino que se entiende como un ecosistema con márgenes de libertad en el que se van definiendo los contenidos. Cualquier persona puede seguir el curso hasta donde quiera, y sólo tendrá que pagar si quiere conseguir una acreditación oficial de la Universidad de Manitoba (Canadá).

Cada vez es más necesario pensar en nuevos modelos de negocio que superen los antiguos basados en el copyright. Si en un futuro la iniciativa del MIT: Open Course Ware (OCW), de publicar en abierto los materiales docentes, se generalizara, tal vez la Universidad podría tomar prestada del mundo de la música, la idea de rentabilizar las apariciones públicas de sus expertos en directo, como un valor añadido.

Pero no tiene por qué haber sólo una estrategia, sino muchas, enriquecidas con la experiencia continua de sus actores. La gran lección de la Web, es que las ideas no son objetos aislados, sino el producto de ecosistemas y redes.