En esta nota no vamos a hablar de las revistas científicas que figuran en los primeros puestos de los índices de impacto y que desangran el presupuesto de cualquier biblioteca especializada.

Vamos a hablar de las revistas culturales españolas, las agrupadas en torno a la Asociación de Revistas Culturales de España (ARCE). Se trata de revistas tan importantes en el panorama cultural español como Revista de Occidente, Sistema, Claves de Razón Práctica, Política exterior... A parte de los escasos ingresos que supone la publicad, estas revistas han ido subsistiendo gracias a las cuotas abonadas por los socios de ARCE, las dietas pagadas por la Administración para Ferias del Libro, pero sobre todo por las suscripciones concertadas por las bibliotecas públicas.

Además de contribuir a la subsistencia de las publicaciones, las bibliotecas ofrecían al público una colección rica y variada de revistas en español, difícilmente accesible de otro modo, por su deficiente distribución en los quioscos.

Soplan malos vientos para las subvenciones culturales, y parece que en un futuro éstas irán dirigidas exclusivamente a la edición de las respectivas revistas, dejando a un lado las suscripciones de las bibliotecas. Es dudoso que las revistas puedan subsistir prescindiendo de estas, pero sobre todo, sería una pena que las colecciones de las bibliotecas perdieran su continuidad, y que se privara a los ciudadanos de un servicio tan interesante.

Las bibliotecas universitarias no contaban con ese tipo de subvenciones, pero también los problemas económicos están poniendo en peligro la continuidad de nuestras colecciones de revistas. Es un dogma entre los bibliotecarios, que una colección incompleta pierde parte de su valor, y no nos gustaría tener que lamentar en el futuro estos años de crisis.

Es tiempo de ser imaginativos. En primer lugar, habría que evaluar qué revistas son realmente relevantes y evitar duplicados innecesarios, y en segundo lugar, buscar alternativas.

Desde el blog Cambiando de tercio, proponen utilizar el modelo de Goteo, que es una red de financiación colectiva y colaboración distribuida, para impulsar actividades que contribuyan al desarrollo del procomún. Se trata de una red social compuesta por agentes impulsores, cofinanciadores y colaboradores. Los primeros darían visibilidad a los proyectos, en los que las personas interesadas podrían participar con su trabajo o mediante aportaciones económicas.

En el caso de las revistas, ARCE podría gestionar una campaña, para que todo aquel que quisiera pudiera aportar una ayuda económica, o comprometerse a ceder a las bibliotecas los números de las revistas de las que fuera suscriptor personal. El proceso debería estar suficientemente controlado, para asegurar a las bibliotecas interesadas una colección continua. La idea parece interesante, se admiten sugerencias.