Un libro en papel sobre Internet, ¿no es contradictorio? Internet lo forman personas conectadas que no son la red, sino que están en el mundo real. Pero a estas alturas en que átomos y bits se codean para adueñarse de la experiencia, ¿tiene alguien claro lo que sea el mundo real? En un clásico de la era pre-Internet: La construcción social de la realidad de Berger y Luckmann, se nos decía que la vida cotidiana es lo real por excelencia, que su materialidad se impone con peculiar dureza a los sentidos. Existen realidades más o menos próximas y también puede haber "cercados de realidad", como los sueños, los juegos, el teatro o el pensamiento teórico a los que huimos de vez en cuando, pero de los que siempre regresamos "como si volviéramos de un paseo".
La realidad la compartimos con otros que pueden estar presentes de muchas maneras, pero los que más nos han influido hasta ahora son aquellos con los que nos enfrentamos "cara a cara"; cualquier otra relación no pasa de ser remota.
¿Qué es entonces Internet, ese conjunto de bits ordenados que pulula sobre nuestras cabezas como una nube? Tal vez la noosfera de Theilhard de Chardin, aquella capa ideal de la atmósfera que debía contener los pensamientos de la humanidad. "Si tú tienes una manzana - decía Bernard Shaw- y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces ambos aún tenemos una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea y las intercambiamos, entonces ambos tendremos dos ideas". Como en los sistemas complejos de la ciencia, el todo supera a la suma de las partes, y de las relaciones entre sus elementos surgen propiedades nuevas impredecibles.
Las personas siguen estando detrás de los avatares, pero la capacidad de las pantallas para salvar distancias espacio-temporales, para crear mundos virtuales a medida, lejos de la exigencia perentoria de lo material, crea una nueva dimensión para las relaciones personales, más íntima y a la medida, con o sin compromiso afectivo por medio. ¿Cuándo se deja de ser un nick para entrar a formar parte de la vida "real" de la otra persona? Depende de la prisa que tengamos por regresar de nuestro paseo virtual.
Os deseamos unas felices y tangibles vacaciones.
Ciberantropología, cultura 2.0 / Alfonso Vázquez Atochero
Susana Corullón