El dodo, un ave no voladora que se extinguió en el siglo XVII por culpa del hombre, alcanzó fama mundial en "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas".
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Dodo de Oxford
Cabeza del famoso Dodo de Oxford, conservado en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford, es el único espécimen de dodo en el mundo que contiene tejido blando.
Foto: University of Warwick / Oxford University Museum of Natural History
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Escaneo del cráneo
La revolucionaria tecnología de escaneo del mundo forense ha demostrado que el Dodo de Oxford murió tras ser disparado en la parte posterior de la cabeza.
Foto: WMG, University of Warwick
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Grosor del cráneo
El disparo no penetró en el cráneo, por lo que ahora se sabe que era muy grueso.
Foto: WMG, University of Warwick
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Hallazgo inesperado
"Los nuevos hallazgos revelan una parte inesperada de la historia de este espécimen, pues pensábamos que llegó al museo tras ser exhibido como un espécimen vivo en Londres", dice Paul Smith, el director del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford.
Foto: WMG, University of Warwick
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Balines en el cráneo
Escaneado del cráneo del Dodo de Oxford, con los balines visibles en blanco.
Foto: WMG, University of Warwick
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Alicia recibe un premio del dodo
Ilustración de Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (1865), la novela de Lewis Carroll. Alicia recibe su premio de manos del dodo y ese premio es un dedal que ella misma tenía en el bolsillo.
Ilustración: John Tenniel
El famoso Dodo de Oxford murió de un disparo en la parte posterior de la cabeza
El dodo (Raphus cucullatus) era un ave no voladora endémica de la isla Mauricio, en el oceáno Índico, que se extinguió por culpa del hombre: el último ejemplar vivo fue visto en 1662. Algunos consideraron que era una criatura mítica y, sobre todo, alcanzó fama mundial en Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (1865), la novela de Lewis Carroll. El famoso Dodo de Oxford, conservado en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford, es el único espécimen de dodo en el mundo que contiene tejido blando y ADN extraíble.
Llegó en su día a la Universidad de Oxford como parte de la Colección Tradescant, una colección de curiosidades reunida en el siglo XVII en Londres por John Tradescant padre e hijo. La revolucionaria tecnología de escaneo del mundo forense, utilizada por Warwick Manufacturing Group (WMG) de la Universidad de Warwick y que ha resultado eficaz en más de 60 casos policiales, ha demostrado que el Dodo de Oxford murió tras ser disparado en la parte posterior de la cabeza, según revela hoy la Universidad de Warwick (Inglaterra), que ha participado en la investigación junto con el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford.
"El Dodo de Oxford es un importante espécimen para la biología y, debido a su conexión con Lewis Carroll, también tiene una gran significación cultural. Los nuevos hallazgos revelan una parte inesperada de la historia de este espécimen, pues pensábamos que llegó al museo tras ser exhibido como un espécimen vivo en Londres", dice Paul Smith, el director del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford. El inesperado descubrimiento, realizado por Paul Smith y por Mark Williams de WMG, ocurrió cuando los investigadores escanearon el espécimen para conocer su anatomía y detectaron unas partículas misteriosas que resultaron ser balines de plomo típicamente usados para cazar aves silvestres en el siglo XVII.
Los investigadores han demostrado que el animal recibió disparos con una escopeta en la parte posterior de la cabeza y en el cuello; y que el disparo no penetró en el cráneo, por lo que ahora se sabe que era muy grueso. "En esencia, la tecnología es la misma que se usa en los rayos X médicos, en la tomografía computarizada. Pero como no estábamos limitados por dicha tecnología, al escanear un objeto inanimado y no una persona, hemos podido obtener una mayor resolución, del grosor de un cabello humano", destaca Jay Warnett, profesor del WMG.
Fuente: www.nationalgeographic.com