El 3 de diciembre de 1943, un grupo de bombarderos alemanes se situaron en el puerto de Bari con el objetivo de destruirlo, pues servía de mercado de suministros a los ejércitos aliados. Atracado en puerto estaba el USS Liberty, cargado con explosivos y cien toneladas de gas mostaza. Tras el ataque alemán, el Liberty explotó, cubriendo el puerto de gas mostaza.
En Bari se encontraba el doctor Cornelius Rhoads como médico del ejército americano. Rhoads investigó con detenimiento el efecto del gas mostaza en las víctimas: tras la explosión, los glóbulos blancos aumentaban, pero días más tarde tanto los linfocitos como los glóbulos blancos descendían en número hasta casi desaparecer. Los pacientes medianamente afectados se recuperaban con rapidez; los heridos graves morían con frecuencia, pero lo que apenas había eran infecciones. Rhoads se planteó si el gas mostaza solo sería tóxico para los glóbulos blancos. De ser así, quizás podría utilizarse para tratar infecciones caracterizadas por una producción excesiva de glóbulos blancos, tal como la leucemia.
Fue el inicio de la utilización de la quimioterapia en la investigación y tratamiento del cáncer.