Bautizado Johann Mendel, nació en Heizendorf (perteneciente al antiguo Imperio Austro-Húngaro). Hijo de campesinos, de niño aprendió de su padre el arte de realizar injertos y de cultivar árboles frutales. Tanto en su infancia como durante su juventud, su rendimiento académico fue extraordinario.

Ingresó como novicio en 1843 en la abadía Agustina de Santo Tomás (Brünn, Moravia), cambiando su nombre por el de Gregor y ordenándose sacerdote 3 años más tarde. Amante de la agricultura y de las ciencias naturales, combinó sus estudios de teología con lecciones de agricultura y horticultura. En 1848 se le encomendaría el huerto del monasterio. Ya en 1851 se matricula  en la Universidad de Viena. Allí estudia física, química y ciencias naturales (curiosamente no superó los exámenes que le habrían permitido ejercer la enseñanza superior).

Atraído por el problema de la herencia, en 1857 inicia una serie de experimentos en el jardín de la abadía (que concluirían en 1868, al ser nombrado Abad).

Presentó su trabajo sobre hibridación de plantas en 1865 en la "Sociedad de Ciencias Naturales" de Brünn (Moravia), pero apenas tuvo reconocimiento. Lo publicó, asimismo, en un artículo en 1966 ("Experimentos de hibridación en plantas"). Está escrito con tal rigurosidad y de forma tan metódica que hoy día se considera uno de los grandes clásicos de la Biología. Sin embargo, hubo que esperar más de treinta años para que sus trabajos fueran entendidos y reconocidos.

Fue a partir de 1900 cuando los investigadores vieron que en el artículo de 1866 estaban establecidas las bases para el estudio de la herencia. Artículos escritos por Hugo de Vries, Carl Correns y Erich von Tschermark-Seysenegg revelan resultados similares a los de Mendel, por lo que la ciencia reconoce inmediatamente el trabajo de investigación realizado anteriormente por él.

Mendel describió, a través de distintas variedades de guisantes, las leyes que llevan su nombre y que rigen la herencia genética.

Combinó sus experimentos científicos con sus deberes como Abad, por lo que su vida científica activa se centra entre los años 1853 a 1868.

Fue tal su contribución a la biología que Brünn se acabó convirtiendo en lugar de peregrinaje para muchos estudiosos. Incluso en el Monasterio se conservó una sala con recuerdos de Mendel. Durante la segunda guerra mundial, una bomba destruyó esta sala, si bien gran parte del legado mendeliano estaba oculto en otro lugar del monasterio.

Con lo confiscado en el monasterio (documentación y piezas), los nazis organizaron una exposición en Alemania, utilizando los descubrimientos de Mendel para justificar sus aberraciones racistas. Nunca los devolvieron.

De Mendel sabemos algunos datos interesantes, como por ejemplo que fumaba más de 20 cigarrillos puros al día o que tenía tendencia a la obesidad.

Un interesante y desconocido aspecto del considerado fundador de la Genética fue su pasión por la apicultura, a la que también se dedicó en los últimos 10 años de su vida.

Mendel falleció en 1884, como consecuencia de un edema general.

Bibliografía utilizada y que puedes encontrar en la biblioteca: 

En el Centenario de Mendel: la genética de ayer y hoy. J. R. Lacadena, (coord.). Madrid: Alambra, 1984

Gomis, Alberto. Mendel: El fundador de la genética. Madrid: Nivola, 2000

Beltrán, Enrique. El impacto de Mendel. Revista de la Sociedad Mexicana de Historia Natural. 1966, Tomo XXVI.