La tecnología desarrollada en Caltech permite medir directamente la rigidez de estructuras biológicas. Toda gran estructura, desde el Empire State Building hasta el puente de Golden Gate, depende de propiedades mecánicas específicas para ser resistente, y la rigidez de los materiales es especialmente importante para mantener la funcionalidad y robustez de todo: desde edificios colosales a las minúsculas estructuras a nanoescala, comentan unos científicos de Caltech (California) que han ahondado precisamente en esa nanoescala con una nueva tecnología.
Ellos han desarrollado un nuevo microscopio electrónico que permite medir directamente la rigidez de estructuras biológicas, como el ADN, y ver cómo varía en el tiempo. Es, dicen, una visualización en cuatro dimensiones. "Este tipo de visualización nos lleva a dominios de las ciencias biológicas que no habíamos explorado antes", señala el premio Nobel de Química Ahmed Zewail, profesor de Caltech y uno de los autores del trabajo, que se ha presentado esta semana en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.
Zewail y su colaborador Ulrich Lorenz han observado estructuras de ADN con su nuevo microscopio, pero también han empezado a visualizar conjuntos de proteínas denominadas amiloides, que se cree que juegan un papel esencial en muchas enfermedades neurodegenerativas. La tecnología también puede ser útil en ciencia de materiales
"En la naturaleza, el comportamiento de la materia está determinado por su estructura -la distribución de sus átomos en las tres dimensiones espaciales- y por cómo la estructura cambia con el tiempo, la cuarta dimensión", explica Zewail en un comunicado de Caltech. "Si observas un caballo al galope a cámara lenta, puedes seguir los movimientos en el tiempo y ver en detalle qué va haciendo, por ejemplo, cada pata. Pero cuando pasamos a escala nanométrica, es diferente: necesitamos incrementar la resolución espacial en mil millones de veces la que servía para el caballo para visualizar lo que está pasando".
Su microscopio utiliza un haz de electrones individuales acelerados, con una longitud de onda de billonésimas de metro, y láseres.
Fuente: www.elpais.es