Todos los libros, revistas, vídeos y otros materiales que la biblioteca adquiere para incorporar a sus colecciones, son bienes públicos que nos pertenecen a todos los ciudadanos y, en especial, a los miembros de esta comunidad universitaria. Así que cada vez que alguien sustrae o deteriora un libro, te lo está quitando a ti.

El hurto de libros en las bibliotecas, aunque infrecuente, es tan antiguo como las propias bibliotecas. Todos hemos visto imágenes de libros medievales encadenados a sus atriles para impedir que fueran sustraídos. Han pasado muchos siglos, las bibliotecas se han transformado y con ellas se han hecho muy sofisticados y efectivos los sistemas de seguridad que protegen las colecciones. Simultáneamente, los ciudadanos cada vez tenemos mayor acceso a los documentos y más cultura. Pero todavía hay personas que creen que pueden llevarse a su casa lo que es de todos.

Hurtar un libro perjudica a la biblioteca, a sus usuarios y a la sociedad en su conjunto. Cada libro que está depositado en una biblioteca puede recibir innumerables usos y beneficia a un enorme número de personas, contribuyendo a crear conocimiento y cultura y revirtiendo así en la sociedad el coste del mismo. Cuando alguien se lleva un libro apenas obtiene ningún beneficio, pues ya podía disponer con libertad de dicho ejemplar a través del servicio de préstamo y el de consulta en sala. Sin embargo, priva de su uso al resto de los ciudadanos, lo que genera perjuicios que van mucho más allá del coste inmediato del documento.

Afortunadamente las sustracciones de libros en las bibliotecas son hechos aislados. La inmensa mayoría de los usuarios respeta la propiedad de las obras y, en todo caso, los sistemas antihurto y el cuidado del personal garantizan la seguridad de las colecciones. A esos pocos individuos que, de forma premeditada o impulsiva, finalmente logran sustraer obras de la biblioteca, queremos decirles lo siguiente:

• La sustracción de libros en la Biblioteca Complutense es una falta muy grave según nuestro reglamento (artículo 4.1.3: Se consideran faltas muy graves: a) La sustracción de fondos bibliográficos o de cualquier otro tipo de material). Las consecuencias inmediatas pueden ser la expulsión temporal o definitiva de la biblioteca y la incoación de un expediente académico, sin perjuicio de las responsabilidades penales y administrativas en que pudiera incurrir quien hurta un bien público.

• El hurto de libros es insolidario, porque perjudica al resto de usuarios de la biblioteca, privándoles de la consulta de ese ejemplar.

• El hurto de libros puede ser irreparable, cuando el ejemplar sustraído está descatalogado.

• El hurto de libros es mezquino, porque la biblioteca debe costear la compra de ejemplares de reposición a costa de su presupuesto para que alguien se ahorre unos euros.

• El hurto de libros tampoco beneficia al expoliador, porque el libro ya estaba a su disposición.

¿Qué se puede hacer si se ve a alguien que intenta hurtar un libro?: avisar de inmediato al personal de la biblioteca o al vigilante. Y si un compañero muestra un ejemplar sustraído, no hay que dudar en reprocharle públicamente su acción e instarle a que lo devuelva. 

Si alguna vez te has llevado un libro de la biblioteca o tienes un libro en préstamo que nunca devolviste, recuerda que siempre estás a tiempo de reparar tu acción reintegrando el ejemplar, aunque sea anónimamente.